A la Villa Ensueño sólo le queda el nombre porque les quitaron la tranquilidad
Es una ironía, pero la Villa Ensueño, población ubicada en el sector norte de la ciudad, cercana a los cerros de avenida Capitán Ávalos, vive sus peores noches.
Los vecinos que llevan cerca de 10 años radicados allí, revelaron que desde hace meses la tranquilidad se perdió por la acción de jóvenes que usan el cerro, para carretear o para motel al aire libre.
Los habitantes de los pasajes Wenceslao Vargas, Orozimbo Barbosa, Yerbas Buenas y de la avenida Capitán Ávalos, se reunieron ayer en la casa de una de ellas, la que ha reunido más de 20 firmas para hacerlas llegar a las autoridades contando el drama que los aqueja.
Todas han sido testigos de lo que ocurre en los alrededores de sus pasajes, luego que los antisociales pasan toda la noche embriagándose, drogándose y hasta teniendo sexo en el sector contiguo al cementerio Parque de La Paz.
De acuerdo a sus testimonios y sin querer identificarse por temor a represalias, cuentan que principalmente las "fiestas" comienzan los viernes en la noche y siguen los sábados hasta la madrugada.
"Algunos de estos jóvenes acceden en autos con equipos musicales por el mismo camino que conduce al cementerio porque antes de llegar a la puerta del lugar hay todo un sector pavimentado y bloquetas que les sirven para sentarse a tomar, bailar y meter todo tipo de ruidos, con quebrazón de botellas, y escándalos, sobre todo de las mujeres, sin respeto ni con los difuntos", relatan desahogándose los vecinos.
El problema que más los aqueja es que muchos de sus hijos, algunos que deben levantarse temprano a trabajar o hacer turno en sus pegas, no pueden dormir tranquilos.
Más grave es el caso de un vecino enfermo de cáncer que tampoco tiene descanso con las fiestas escandalosas.
Como si fuera poco, cuando estos jóvenes bajan del cerro, hasta se han entrado en algunas casas de la población, como el de una abuelita, y también saquean los automóviles estacionados. J