Fueron 4.690 las personas que arribaron anoche al estadio Carlos Dittborn en un encuentro que podía significar la definitiva salvación de los Bravos de caer a la Primera B.

No obstante, los del Morro nuevamente mostraron un rendimiento bajo jugando en su terreno y sólo pudo conseguir un empate que aún no sella definitivamente la permanencia en el fútbol de honor.

Los dirigidos de Fernando Vergara presentaron tres novedades con respecto al partido ante la Universidad de Concepción. Sebastián Rivera, Claudio Jopia y Leonardo Ramos iniciaron desde el pitazo final, cambios que buscaron mejorar las fallas de la última derrota.

Sin embargo, el compromiso sufrió de falta de llegadas claras. Ambos arqueros no fueron más que espectadores de un cotejo que mostró a un O'Higgins que poco y nada tenía que jugarse ante los ariqueños.

En la segunda etapa, y tras el ingreso de Renato González, los locales mostraron una evidente mejoría con la cual aparecieron las llegadas.

Aún así, el pórtico visitante se mantuvo en cero, acrecentando la mala racha de los ariqueños quienes, quedando una fecha de local, no han sabido de triunfos en la cancha uno del mundialista.

Para destacar quedó una jugada en los minutos finales que pudo significar penal para los de Rancagua, la cual fue acusada por los visitantes y que el árbitro Eduardo Gamboa desestimó.

SIGUEN DOCEAVOS

En el torneo de clausura, los del Santo se ubican de momento en la cuarta plaza con 21 unidades. En la tabla de rendimiento, en tanto, los de Arica se mantienen en la plaza número 12, sumando 39 unidades en 31 partidos, lo que deja un coeficiente de 1.258.

Para el término del certamen quedan sólo tres fechas. San Marcos jugará la próxima semana ante nada menos que Deportes Iquique, en una versión del clásico nortino.

Luego deberán visitar a Huachipato, para terminar su participación en el presente certamen como local ante Audax Italiano, en una verdadera final. J