El9 de abril de 2011 quedará para siempre en la memoria de los fanáticos de la agrupación británica Motörhead. Primero, por ser la última vez que el trío liderado por Lemmy Kilmister pisaría suelo chileno y, más importante aún, por ser el recital elegido para el trabajo The wörld is ours, vol. 1, editado a finales de ese mismo año y que inmortalizó a las cinco mil personas que ese día repletaron el céntrico Teatro Caupolicán, quienes mostraron una pasión genuina hacia Lemmy, Phil Campbell y Mikkey Dee. Cuatro años han pasado desde esa cita. Y Dee, el baterista de Motörhead, lo tiene más que presente.
"Me siento muy orgulloso del disco en vivo que grabamos allá la última vez que los visitamos. Eso te muestra lo mucho que nos gusta Chile. En otras ocasiones hemos estado en Brasil y Argentina, pero no tenemos la oportunidad de ir a Chile muy a menudo, así es que no puedo esperar para volver a tu país", dice al teléfono desde Suecia.
Cambios
Uno de los grandes cambios que tendrá la presentación del próximo 5 de mayo es el recinto. Aunque junto a otra banda, cambiar la caldera del Caupolicán por el mayor aforo que ofrece Movistar Arena supone un reto no menor para la banda.
"Esta vez será una presentación un poquito distinta a la de la otra ocasión. Para nosotros, eso está bien", dice Mikkey. -Imagino que supone un reto para la banda presentarse en lugares con más público... -Me gusta variar las cosas, ¿sabes? Hacer un show más grande, para más gente, es bueno. Quizás vaya más gente a ver a Motörhead en esta ocasión. Además, hemos tocado junto a Judas Priest muchas veces, somos buenos amigos y creo que será un show espectacular.
Una jornada seguro esperada por los metaleros. J