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"Todo era lluvia y truenos y luego caos y drama"

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"Cuando comenzó a llover el martes por la mañana salimos con los compañeros a mirar el agua. Estábamos sorprendidos. Sin embargo, horas después la situación fue cambiando y, posteriormente, todo era lluvia y truenos y luego drama y caos", relató a La Estrella el topógrafo ariqueño Gerson Barbeito, de 26 años, el que estuvo cinco días atrapado en la Tercera Región, producto del aluvión que golpeó la zona.

El joven estaba en Diego de Almagro el día de la emergencia, junto a unos 50 compañeros de una empresa de la zona, los que estaban recibiendo la inducción requerida para iniciar faenas.

Gerson Barbeito estuvo sin víveres y tuvieron que pasar momentos duros y no precisamente por la falta de agua y alimentos, sino que más bien, "por la tristeza de ver a familias con niños rogando por comida cubiertos de barro", aseguró.

Él estaba en las habitaciones de una hostal donde dormían otros trabajadores. Luego de eso el río Salado dividió la ciudad y quedaron en el lado norte, mientras que los otros compañeros quedaron en el lado sur, que fue arrasado por el caudal.

Desde esa mañana (miércoles) las cosas fueron empeorando y todo era desastre.

"Tuvimos que racionar los alimentos y comenzamos con un pan duro, los que luego los íbamos reduciendo, ante la falta. Tuvimos que comer arroz con huevos, rodajas de tomate y jugos en caja. Eso era todo", detalló Gerson Barbeito, el que se aprestaba a iniciar su cuarta faena minera.

La situación -dijo- nos obligó a cruzar el río para llegar a los otros dormitorios y salvar los bolsos con ropa y comida". Gerson agregó que "por todos lados se veía gente pidiendo ayuda. Arriba de las casas y cerros, algunos de los cuales eran sacados en helicóptero. La ciudad quedó destruida por las aguas".

RESCATE

El topógrafo dijo que el jueves llegó gente de la empresa y los llevó a El Salvador.

"Ahí no había agua y tuvimos que esperar hasta el domingo para recién tomar un baño. Luego nos subieron a un avión y nos regresaron a nuestras ciudades", subrayó.

El profesional aseguró que nunca olvidará una situación en plena emergencia. "Estábamos comiendo y apareció una mujer con una niña de 4 años, cubierta de barro. Ellos sólo decían ´tenemos hambre y sueño´ por lo que compartimos el poco pan duro que teníamos con ellos. Fue duro realmente", concluyó. J