El pasado domingo Universidad Católica apabulló 5-0 a Barnechea, duelo que dejó a los cruzados como sublíderes del Torneo de Clausura 2014-2015, luego de 11 encuentros disputados. Y hoy, el técnico del elenco universitario, Mario Salas, elogió el actual momento de sus dirigidos en el presente certamen. Al respecto, el ex DT de Huachipato afirmó que "este equipo está mostrando un sello, la gente se siente identificada. Se nota cuando jugamos de local". En tanto, de cara al próximo duelo frente a Audax Italiano, este viernes a partir de las 20:00 horas en La Florida, Salas adelantó que "para ganar hay que estar al máximo, al 100". Y agregó: "Ellos están más acostumbrados al pasto sintético que nosotros. Ayer entrenamos en esa superficie". También tuvo palabras para el meta Fabián Cerda, quien reemplazará ante los itálicos al lesionado Franco Costanzo: "Está con muchas ganas, muy motivado". En esa misma línea, añadió que "toda esa motivación tiene que mostrarse el día de mañana".

El caso Cahais

El argentino Matías Cahais alcanzó a estar menos de un año completo en la Universidad Católica. Llegó a mitad de 2014 junto a Julio César Falcioni y esta semana debió dejar la institución por problemas con el cuerpo técnico de la UC, comandado por Mario Salas. El trasandino dejó así el elenco cruzado y este jueves se descargó lanzándose contra el DT y sus ayudantes en San Carlos. "Fue una situación difícil para mí, porque no fue solo futbolístico el tema. Es un cúmulo de cosas que terminaron el jueves pasado con una discusión, pero la realidad es que hubo una falta de respeto total, una casi humillación a lo largo de tres o cuatro meses", dijo el jugador en radio Cooperativa. Agregó además que "todo tiene un límite y mi límite llegó. No fue la mejor forma, pero soy un hombre, tengo sangre y no voy a permitir que nada ni nadie me falte el respeto y menos por la forma en que siempre me comporté, más allá de si era o no del gusto del técnico". Luego explicó el incidente que tuvo con el ayudante técnico de la UC, Leonardo Zamora. "Durante el entrenamiento me sacaron, estaba jugando en los suplentes. Me siento en el banco, estoy por empezar a tomar agua, me dicen que vuelva a entrar; cuando lo hago, me dicen que salga y cuando me estoy sentando, dicen de nuevo que entre. Fue la gota que rebalsó el vaso". Añadió que "la realidad es que quien maneja todo es el técnico y siempre he hablado con él. Con el ayudante tuve ese inconveniente, pero nunca había tenido una charla antes ni para bien, ni para mal. Mi relación complicada fue siempre con el señor entrenador", apuntó. No se quedó ahí. "Fueron millones de cosas que pasaron en estos cuatro meses. Fue una falta de respeto constante, más allá de jugar o no. Es algo personal, nunca me dieron razones futbolísticas por las cuales no estaba", señaló. J