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Después de 50 años se casaron como "ricos" en torno a la fiesta mapuche

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"Mari mari kam puche, mulepalu tufamew. Buenos días a todos y todas las presentes", decía en mapudungun y luego en español cada uno de los invitados que llegaron a las oficinas de la Conadi a presenciar las bodas de oro de la señora María Antonia Huenuman Llancapan (82) y don Amador Antonio Nahuelcoy Leal (71 ).

Ambos de sangre mapuche se trasladaron hace más de cuatro décadas desde Cañete a radicarse a la ciudad de la eterna primavera, y fue acá donde comenzaron a echar raíces, las cuales los mantienen atados a Arica por más de 46 años.

Como cuenta Huenuman "estos 50 años han sido muy buenos, mi marido es un hombre ejemplar y por eso lo quiero mucho y los sigo cuidando hasta cuando Dios diga basta, somos un matrimonio muy unido".

Y es que cada mirada y abrazo que le otorgaba María a Nahuelcoy daba cuenta del amor que todavía mantiene esta pareja de sangre mapuche. Amor que le ha permitido criar a sus cuatro hijos, 12 nietos y 2 bisnietos en una de las ciudades "más tranquilas" como ellos dicen.

Su primer "casorio"

"Yo me casé con él y tuve cuatro hijos, nunca me casé por segunda vez, pero en mi primer matrimonio nos casamos en una parte, fuimos al civil y ahí le pedimos a un joven que fuera testigo, uno para mí y uno para él, ese fue nuestro matrimonio, no hubo fiestas, ni regalos, ni nada de lo que hoy se dio", explicó Huenuman quien a pesar de la sordera contestaba todo lo que se le preguntara, al contrario de su marido, que hace cuatro años sufrió un derrame cerebral que lo dejó en silla de ruedas.

Agregó que "gracias al Señor hemos levantado para arriba, hemos tenido casa, hemos tenido familia bien educada y todo un desarrollo familiar, eso sí cuando me casé por el civil mi vestimenta era de pobrecita, ahora no".

Claro, porque en su celebración de las bodas de oro la novia de origen mapuche no dejó ningún atuendo de lado para estar como Dios manda en esta nueva oportunidad de renovación de votos.

Y claro, si el concepto era celebrar, sobre todo después que los directores regionales Juan Carlos Flores Flores del Instituto de Previsión Social (IPS) y Carmen Tupa Huanca de Conadi, entre otras autoridades de gobierno, le entregaron el beneficio Bono Bodas de Oro, que reconoce la importancia de la vida compartida por los matrimonios.

Por esta razón la vestimenta no era problema el día de ayer para llegar al matrimonio Nahuelcoy-Huenuman, ya que en ese instante se hacían acreedores del pago del beneficios social el cual corresponde a $283.324, dinero que se entrega por una sola vez, y en partes iguales para ambos cónyuges, es decir, cada uno recibió $141.662.

"Yo estoy muy agradecida de la gente ariqueña, porque son buenas personas, no como en Santiago que te quitan las cosas de las manos. Yo estoy dichosa en esta ciudad, porque tengo a toda mi familia reunida, que más puedo pedirle a Dios. En realidad no tengo tantas amistades en esta ciudad, soy solita con él, y le agradezco a toda la gente que ha estado cercana a nosotros, porque en más de alguna ocasión me han ayudado sobre todo después que mi marido se enfermó", explicó una dichosa mujer casada.

Feliz al máximo

La octogenaria mujer mapuche dijo a los cuatros vientos que en estos 50 años ha "tenido pura felicidad" junto a su marido y compañero "soy inmensamente feliz la única pena grande es la enfermedad de mi viejito, pero lo cuidaré hasta cuando Dios me de vida".

Luego de la ceremonia donde no faltaron las palabras en aymara, mapudungun y español los asistentes le dieron las bendiciones al matrimonio mapuche y de paso aprovecharon de registrar el momento único, donde la novia no dejó ningún detalle al azar. J