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En el Cosmocentro no quieren más con el alcohol y la droga

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Un histórico problema que parece no tener solución. La suciedad y la hediondez de calle Baquenado tienen asqueados a los ariqueños, principalmente a aquellos que trabajan en el Cosmocentro, lugar que se ha transformado en un punto neurálgico de malas costumbres.

Alcoholismo a plena luz del día, drogadicción, actos sexuales e incluso gente defecando y orinando, todo a vista y paciencia de transeúntes y comerciantes.

"Estamos rodeados de vagos, drogadictos. Cuando cierran la galería, se ensucia, no controlan esfínter. Siempre estamos llamando a Carabineros y a veces se los llevan o les vacían las cervezas en la acera. Pasan todo el día tomando", nos cuenta María González, una locataria que trabaja en el lugar por más de trece años.

El problema se daría cada tarde, entre las 14 y las 17 horas, tiempo en el que el Cosmocentro se encuentra cerrado y los trabajadores almuerzan. Sería en estos horarios cuando el lumpen se junta en las puertas y muestran su mal vivir.

El problema es tal que hasta los clientes más fieles del recinto han decidido ingresar por las puertas de Colón, por el miedo a que algo les pase o por simple asco de una de las calles más tristes de Arica.

"Esto viene de muchos años y cada vez se pone peor. Si uno viene los sábados por la mañana, esa calle es hasta peligrosa porque hay mucho vagabundo durmiendo. Pero más que nada es el olor lo molesto. Es una calle que en verdad evito, ando en bicicleta y no paso por ahí, sobre todo en este tramo de la calle", dice Cecilia Rojas, clienta habitual que todas las semanas se hace la pedicura. La mujer agrega que turísticamente hablando es "una vergüenza tener la calle así. De partida afecta a los locatarios de acá y luego a todo Arica. Es insalubre. Es lo más antiturístico que hay".

ESTAN CANSADOS

El comentario es generalizado. Todos opinan que el centro en su plenitud debe ser tomado en cuenta y no solo el paseo 21 de Mayo, sector que está a años luz de otros sectores céntricos en cuanto a su pulcritud.

Nancy Ariza, otra de las dueñas de local del Cosmocentro desde hace dos años, nos cuenta que "hemos lidiado con esto, hemos colocado quejas; esto no es un problema personal, es ambiental. Todos los días pasa uno acá y tiene que inhalar el olor tanto de fecas humanas como de animales. La gente le da comida a los animales frente al Cosmocentro y las personas llegan de 2 a 5 de la tarde a consumir licor, droga, hacen sus necesidades". J