Un gimnasio al aire libre construido al interior del Mundialista está desde fines del año pasado rodeado con malla Raschel y todavía no tiene fecha para ser entregado.

Maximiliano Monje lleva años viviendo en las cercanías del Mundialista y entre las actividades diarias que desarrolla el trote es una de sus preferidas "como también el baile, fútbol y básquetbol", explica.

Pero cuenta que "muchas veces con mis amigos deportistas hacemos caso omiso de las mallas Raschel que tiene este gimnasio al aire libre, ya que si bien no lo han entregado ya cumple con la utilidad para lo que fue construido".

Agrega que "no sólo nosotros ocupamos este espacio que no ha sido entregado a la comunidad, sino también todas las personas que desarrollan algún deporte en las cercanías del estadio, una vez que finalizan su actividad terminan haciendo elongaciones en estas máquinas".

"En realidad desde antes de la Navidad que la gente está ocupando estas máquinas, y es que no se puede esperar algo por el sólo hecho que falte una firma", explicó Maximiliano Monje.

La respuesta de la iMA

El alcalde de la Municipalidad de Arica, Salvador Urrutia, tiene claro el atraso del gimnasio y ante esto dijo que "estamos esperando la recepción final, para lo cual hay que completar algunos pequeños detalles de toda la obra, pero claro la gran parte está terminada y utilizable".

Agregó que "por razones legales todavía no se puede entregar al uso público, porque la estructura podría dañarse, entonces quedaría fuera de la garantía si la usamos antes".

El alcalde no sólo se quedó en la garantía y dijo que "el tema legal en este país es muy complejo, porque mientras no haya recepción final el responsable es la Municipalidad, y como todavía no se han completado los detalles para la recepción definitiva, no se puede autorizar el uso de la estructura".

ALCALDE optimista

Pero Salvador Urrutia tiene fe en el futuro y cree que en los primeros días de abril el gimnasio estaría entregado a la comunidad. "el profesional que está a cargo de esto me dijo que la empresa corrigió varias observaciones que hizo la comisión de recepción y sólo queda colocar un stand eléctrico para asegurar la iluminación en la noche. Con esto, ellos calculan que en dos semanas podría estar terminado, allí terminarían la obra y nosotros estaríamos en condiciones de entregar el gimnasio".

Mientras tanto, cientos de deportistas hacen caso omiso de la malla Raschel en el gimnasio del Mundialista y en las tardes desarrollan sus elongaciones en aquel lugar que por unos detalles aún no es entregado a la comunidad. J