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Desafíos de la desaceleración

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La aprobación de la reforma tributaria ayudó a despejar las dudas en relación a sus eventuales impactos, pero subsisten aún quienes siguen sembrando el miedo al respecto, sin ninguna base, Estos sectores políticos y económicos quedarán al descubierto cuando se evidencien los efectos reales y positivos de dicha reforma, que, al margen de las imperfecciones de la Ley y a las fallas en el proceso, es muchísimo mejor que lo que teníamos, al recaudar más recursos, y de manera más progresiva que el sistema impositivo existente hasta el año pasado, cuya data se asocia con el autoritarismo. Junto con ello, se aumentan las exigencias al Servicio de Impuestos Internos, SII, para que se ocupe de las fuentes de elusión que, sin dudas quedaron abiertas, porque la legislación no es perfecta.

En la actual coyuntura de crecimiento económico más lento, luego del desafío fiscal que significó poner al día el presupuesto no ejecutado en 2013, así como de la ejecución acelerada del presupuesto de 2014; corresponde disponer de manera óptima de lo que se recaude este año, con los primeros efectos de la reforma tributaria, a ser invertidos en aquellas otras reformas en curso, como la educacional, de salud, laboral y en inversión social. Si bien esto no es determinante en la reactivación, constituye un apoyo para un efectivo programa contra-cíclico, que mantenga o incremente los niveles de inversión privada, así como, en particular, aumente sustantivamente la inversión pública.

Ello requiere financiamiento y Chile lo tiene. Para eso son los voluminosos ahorros fiscales de los varios años de "vacas gordas" por el alto precio del cobre. Me refiero al "Fondo de Estabilización Económica y Social", por lo mismo, las medidas de reactivación deben ser consecuentes con ese nombre. Esos recursos fiscales -no todos, porque basta con una fracción de ellos- debieran poner en marcha no solo un impulso reactivador contra cíclico sino, sobre todo, abrir el camino a la recuperación sostenible del desarrollo, a través de robustas políticas y programas de estímulo a la innovación y el emprendimiento, haciendo de paso más inclusiva nuestra economía con las pequeñas y medianas empresas.

Asesinatos de carabineros

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La comunidad ha reaccionado impactada ante la muerte de un carabinero a causa de un disparo en la cabeza en la ruta al poblado fronterizo de Ollagüe, al interior de la región de Antofagasta. Tras el hecho ocurrido este miércoles, se comenzaron a realizar las indagatorias para establecer las causas del hecho en el que el funcionario policial habría fiscalizado a dos burreros. Fue en ese momento en que según las primeras presunciones, uno de ellos le quitó el arma de servicio y le disparó.

EL hecho se suma a la muerte de dos carabineros ocurrido hace unas semanas en la provincia de Parinacota, cerca de Visviri, cerca del límite con Perú, en un hecho que hasta ahora no ha sido esclarecido y respecto al cual se mantienen las investigaciones.

El Gobierno ha expresado su profundo rechazo ante ambos hechos y como es lógico, declaró que el caso del carabinero muerto en Ollagüe debe ser aclarado. Sin duda, es lo mismo que se espera de los hechos ocurridos con los carabineros del Retén Tacora, en una situación sobre la cual hay menos antecedentes y en la que habrá mayores exigencias investigativas.

Es claro que estos crímenes están revestidos de una connotación distinta. Se trata de carabineros que perdieron la vida en el cumplimiento de su deber y por eso requieren una atención mayor y exhaustiva. Sin embargo, ningún extremo es saludable en estos casos.

Por una parte, se mantiene la expectación respecto a acciones y resultados que permitan conocer qué ocurrió y especialmente, identificar y castigar a los responsables. Pero en una dimensión distinta, también está la necesidad de evitar las especulaciones y relaciones que más que acercar las pesquisas a la realidad de los hechos, pueden estorbar y nublar la visión investigativa. En casos serios como éstos, los rumores en nada aportan.

Mientras, carabineros sigue cumpliendo su labor en la zona fronteriza del norte de Chile, con la misma vocación y el mismo compromiso que ha caracterizado a la institución que hace soberanía en las grandes extensiones del norte de Chile.