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Nicole fue premiada por su hijo y marido

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Una Nicole emocionada, complacida y sorprendida dejó la tercera noche del Festival de Viña del Mar, "estoy feliz, agradecida", esbozó en la rueda de prensa después de su presentación.

La cantante nacional estuvo 45 minutos sobre el escenario, paso que concluyó luego de que León, su pequeño hijo de seis años, le entregara una Gaviota de Plata junto a su pareja, Sergio Lagos.

Luego de eso, los animadores le entregaron la Gaviota de Oro.

"Desde que subí al escenario sentí todo el cariño, por eso me emocioné mucho. Este es un reconocimiento al seguir adelante con mi pasión. La gente joven me pregunta cómo se es famoso y ahí les digo está mal, no pueden querer ser famosos, deben ser constantes y hacerlo de corazón y no darse por vencidos nunca, y creo que soy la muestra de que debes hacer lo que te apasionada", señaló la cantante nacional.

premio de León y sergio

Además de que las gaviotas de oro y plata fueron pedidas claramente por el público, fueron entregada por sus propios marido e hijo, Sergio y León Lagos, por petición expresa de Rafael Araneda.

Sobre lo vivido en el instante de la premiación señaló que fue "increíble, esa fue una sorpresa. Lo que pasa es que León estaba muy contento con el Copihue de oro, y me preguntaba si tendría un trofeo, y cuando le dije que venia al Festival me preguntaba si tendría un trofeo y le dije que si a la gente le gustaba, sí. Y bueno estaba fascinado, durmió siesta, algo que no hace nunca, pero lo hizo para estar esta noche", concluyó Nicole.

La cantante, que es integrante del jurado, salió al escenario acompañada de una guitarra que ha sido su cómplice durante casi todo el espectáculo, mostrando también el avance musical que ha logrado en su carrera.

Nicole se dio el lujo hasta de dialogar con el público de la Quinta Vergara con humildad, seguridad y dulzura. J

Emanuel encendió la madrugada del Festival

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l Si alguien pensó que esto sería sólo nostalgia o, peor aun, el encendido de los últimos cartuchos de un ídolo en su ocaso, pues se equivocó. En su sexta ocasión en el Festival, el mexicano Enmanuel no sólo ofreció una presentación a la altura de su trayectoria, sino que además se matriculó con el que hasta ahora es el mejor show de esta edición del evento. Razones para ello hay varias, partiendo por la excelente condición no sólo vocal, sino además física del cantante, quien recreó con fidelidad esos movimientos que transformara en insignes en los años 80. Así ocurrió desde el momento mismo de su aparición sobre el escenario, recién a las 02:53 horas y después de una introducción con aires de batucada por parte de sus músicos. Pero los cerca de nueve mil asistentes que se quedaron hasta las 04:00 de la madrugada en la Quinta Vergara tuvieron su recompensa, de la mano de un repertorio de grandes éxitos, interpretados junto a una orquesta tan refrescante como potente, que se pasea entre el rock, el funk y los códigos tropicales, y en la que sobresalen el dúo de percusiones y el trío de metales. Con ese colorido pasaron hits como "No he podido verte", "Bella señora" y otros que en honor al tiempo y la cantidad se oyeron apenas parcelados, entre ellos "Pobre diablo" y "Detenedla ya". J