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La princesa del ring no se achica en la lucha libre

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En el ring se ven los grandes y Kyara demuestra lo que vale. La porteña de 18 años es una luchadora de la vida y se dedica a una disciplina poco común en las mujeres, pero que poco a poco va creciendo y ganando adeptos, la lucha libre.

Siempre le fascinó la lucha libre; los hombres por los aires y las patadas voladoras la hacían alucinar cuando junto con su hermano, solía ver la WWF donde era testigo de las llaves de La Roca, Triple H y Kane.

A los 13 años se decidió por dedicarse a este deporte; le costó encontrar un lugar en el Puerto, pero lo logró.

Cuando le dijo a su profesor y compañeros que quería empezar en la lucha libre la aceptaron de inmediato y sin ninguna objeción; "me cuidaban harto, me tomaron harto cariño y me decían que era más aperrada que algunos hombres que estaban allí".

Rompeosiko

Su entrenador le enseñó a hacer los agarres, recibir golpes y caer con la espalda. Con el tiempo adquirió un estilo propio para pelear: "Yo soy más de golpes que de piruetas, hago movimientos de agarre, como los súplex".

Como buena luchadora debe tener una técnica especial, que en el rubro se conoce como "finisher" y el de ella se llama "El Rompeosiko", que consiste en un beso en la boca seguido de un fuerte azote de cara contra el suelo".

Una vez aprendido lo básico de la lucha libre, Kyara creo su personaje, cuya biografía ficticia cuenta que "fue adoptada por una familia de drogadictos, ebrios y rockeros, una familia problemática en general. Ella siempre fue de peleas callejeras y problemas donde estuviese".

Kyara tiene que caracterizarse al subir al ring con un estilo de estética punk rock: se tiñe el pelo de distintos colores, se pinta los labios, viste camisetas a rayas, faldas a cuadros y medias rotas.

kaos porteño

"Kyara" es su nombre en el ring; la historia detrás del nombre se remonta a la época en que sólo tenía 13 años, cuando estaba iniciándose en las peleas y conociendo al círculo de la lucha libre.

Mientras se preparaba para debutar en el cuadrilátero, su entrenador había visto un documental en el canal History Channel en el que se mostraba la vida de una manada de leones en la que sólo había una hembra llamada Kyara, y decidió bautizar con el mismo nombre a su única alumna que también era la única mujer en el lugar. Las dos Kyaras destacaban por su tenacidad, agresividad y bravura. No por nada ahora es conocida en el ambiente de la lucha libre bajo el apodo de "Kyara Kaos Porteño".

El arduo entrenamiento al que Kyara se sometió dio frutos de inmediato. A medida que se hacía conocida en el círculo de luchadores fue cosechando triunfos y fanáticos.

Fue la primera mujer de Valparaíso en Lucha Libre (VLL) y fue también la primera luchadora en obtener el Título Absoluto VLL, además de ganar el campeonato Choro del Puerto.

Recientemente abandonó la VLL para ingresar a XNL (Xplosión Nacional de Lucha) de Santiago, donde ha conocido a más luchadoras que le han transmitido su experiencia.

CULTURA DE LUCHA

Kyara, a su corta edad, ya lleva cerca de cuatro años en el ring y dice no tener ninguna intención de dejar la lucha libre, aunque no reciba ningún pago por participar; lo hace porque es lo que la apasiona, y al igual que los otros luchadores y luchadoras, se suben al cuadrilátero para entretener haciendo lo que le gusta y mantener la tradición de la lucha libre en el país.

"Yo creo que estamos todos con la idea de levantar la lucha libre en Chile y cambiar el pensamiento que se tiene de ella; la mayoría cree que esto es puro chamullo, que es una farsa y no se dan cuenta de que esto es un show que requiere mucho entrenamiento y preparación y apego de verdad", dijo.

La luchadora es enfática al advertir que en un combate sí hay golpes reales y las lesiones son posibles, de hecho ella sufrió un corte de ligamentos en su pie derecho; "que haya un buen combate, debe haber golpes reales. A mí me gusta que me peguen, si no me dan bien el golpe yo no voy a fingir ni sobreactuar, a mí no me entrenaron así".

El sueño de Kyara es llegar a hacerse conocida a nivel mundial y ser la mejor luchadora del país. "Yo tengo dos metas: superar a la Kristy, que es la mejor luchadora de Chile para mí y hacerme conocida en el mundo de la lucha a nivel internacional".

Por ahora Kyara sigue trabajando y entrenando para seguir creciendo como luchadora.

Esta princesa del dolor y la violencia encontró su hogar entre las cuerdas, donde descubrió amistad y felicidad. Su vida nace y muere entre cuatro esquinas donde los aplausos y abucheos del público ven cómo el "Kaos Porteño" se apodera del cuadrilátero y hace sufrir a sus oponentes con su clásico beso de la muerte.J