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Caminó 15 horas en busca de ayuda tras estar aislado 4 días

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E ra el año 2000 y las crecidas que se llevaron hasta el puente de Lluta, obligaron a las autoridades encargadas de la emergencia, a rescatar en helicóptero al agricultor Lucio Huanca Mamani, aislado durante dos semanas, sin agua y víveres, en la localidad de Arancha, a unos 30 kilómetros de Sora.

De esa amarga experiencia han pasado 15 años y nuevamente las inclemencias del invierno altiplánico obligaron a este sacrificado agricultor a emprender una arriesgada caminata, el pasado 17 de febrero, luego de quedar aislado en la localidad de Arancha, por efectos de las lluvias fluviales que se llevaron el puente que los conecta.

El hombre, que además cría animales, quedó aislado desde el 13 de febrero. Él es el único habitante de ese sector del valle, por donde atraviesa el río Lluta durante todo el año. Cada vez que hay crecidas, él sabe que tendrá problemas y este verano no fue la excepción.

Luego de las intensas lluvias que golpearon el altiplano, a comienzos de la pasada semana, el río Lluta comenzó a sentir los efectos en el rápido aumento en el caudal, que -irremediablemente- se llevó parte de algunos caminos, ocasionando los primeros problemas.

A don Lucio, como lo llaman, la emergencia lo pilló en su casa ubicada en la localidad de Arancha, a unos 30 kilómetros al interior de Sora, trayecto que también lo traslada hasta donde se construiría el embalse de Chironta.

En su despensa ese 13 de febrero Lucio tenía lo mínimo en víveres y el agua que mantenía para beber, ya presentaba sedimentos.

TRAVESÍA

El propio agricultor relató aquellas 15 horas que estuvo caminando, tras tomar la determinación de salir del lugar en busca de ayuda. En su mente aún estaban las dos semanas que estuvo aislado en el 2000.

"Luego de estar aislado y no tener víveres para los siguientes días, decidí emprender una caminata para buscar ayuda", dijo Lucio Huanca.

El hombre tampoco tenía agua de reserva; "ésta tenía sedimentos y barro y estaba intomable, por lo que agarré unos choclos cocidos para el camino y partí".

Pero lo más difícil no era mantener la estabilidad física y mental, si no que trepar por una empinada ladera de piedra sólida y escarpada.

"Debí subir por el cerro y realmente me tomó muchas horas ya que sólo iba con mis manos palpando el terreno para no resbalar y caer. Fue lo más difícil de esto", aseguró el agricultor.

Incluso afirmó que antes había caminado, "pero cuando era muy joven. Por esto sabía que debía salir temprano para poder llegar hasta abajo del valle y buscar ayuda, antes que oscureciera".

El hombre, en el intertanto, era buscado por los organismos de emergencia y su desaparición estaba incluso en los titulares de El Mercurio, siendo parte de las 13 personas afectadas por la crecida del río Lluta en ese lugar, a unos 70 kilómetros de Arica. Tras salir temprano ese 17 de febrero, "recorrí unas 15 horas y llegué a un sector donde ubiqué a unos funcionarios de Vialidad, los que me trajeron hasta la entrada de Lluta". subrayó. J