A nivel técnico, este año Chilevisión se enfrenta a un nuevo desafío: una escenografía en 180 grados. Esta incluye mil metros cuadrados de pantallas LED, 700 máquinas robóticas, 18 cámaras HD -doce de las cuales tendrán llegada al público- y tres sistemas de Super Slow Motion Live (utilizadas en los Juegos Olímpicos) para generar velocidad variable en los shows.
"Ampliamos lo que había el año pasado hacia los laterales, ahora las pantallas van a llegar hasta la segunda columna del anfiteatro.Es una gran sorpresa que vamos a mostrar al inicio del Festival", comenta Rodolfo Nutters, director técnico de producción del canal. Cabe recordar que para este año CHV se contactó con Claus Zier, diseñador del Festival Eurovisión 2014, para modernizar la escenografía que sigue a cargo de Marcelo Rojas; mientras que la iluminación aún está a cargo de Luis Pastor. Para Nutters, lo que la gente que está sentada en la Quinta Vergara es que detrás del escenario "hay otro Festival", que implica que él mismo se quede a dormir en el lugar por las largas jornadas de trabajo de esos seis días de transmisión.
El lado "b"
Este año, otra de las novedades, es el uso de visuales. "Antiguamente sólo se veían figuras que se movían, y hoy tenemos creación de gráficos, simulando realidad con construcción de escenografías casi virtuales, con imágenes de un castillo o una gran bodega con todos los detalles que se ven en la normalidad, y que asimilan a que el personaje está en un set real", detalla Nutters.
Esto significó crear gráficas especiales para cada momento del show, y convencer a algunos artistas de utilizarlas. "Cuando me entregaron la lista de artistas que venían yo le tenía mucho, mucho miedo a Ricardo Arjona. Yo vengo de Canal 13 y me tocó el 2010 el tema de montar su escenografía completa. A Dios gracias, esta vez nos compró el tema de la escenografía virtual y él hizo una especial para venir a Chile en base al alto nivel tecnológico que tenemos. Él se adecuó a nosotros", comenta el director técnico. Y si hablamos de peticiones especiales, el guatemalteco pidió una botella de sambuca romana (un licor dulce en base a anís) y una botella de ron de marca Zacapa.
El que ha dado un poco más de problemas ha sido Alejandro Fernández. No porque sus peticiones sean extravagantes -solicitó una cafetera nespresso-, sino porque ha habido largas conversaciones para llegar a acuerdo sobre el montaje técnico. Y si bien han llegado a algunos acuerdos fue imposible convencerlo para que no utilizara su mesa de sonido, que utiliza 110V.
"Ellos andan con un chicote de corriente especial que trabajan en EE.UU. y que nosotros no tenemos. Entonces después de largas conversaciones llegamos a un acuerdo: tú tráete los enchufes y yo te pongo los cables. Entonces, yo los voy a estar esperando aquí con los cables pelados y ellos van a conectar sus enchufes", relata Nutters. J