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En una "bici de manos" desafiará el desierto

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Cuando hay ganas y un gran corazón, cualquier dificultad se puede superar, incluso tras haber sufrido graves accidentes con secuelas físicas.

Es el caso del austríaco Manfred Putz (44), el cual a los 26 años de edad en su natal Viena, sufrió un accidente automovilístico que lo dejó para siempre sin movimiento en sus extremidades.

Un daño irreversible en su espina dorsal cambió su destino, pero lejos de caer en una constante depresión y desanimarse, Manfred comenzó a pensar cómo podía recuperar su amor por la vida y la naturaleza y de paso, transmitir un mensaje.

Y una de las maneras de seguir en esta senda, fue a través del deporte extremo manejando una handbike, bicicleta especialmente diseñada para él y con la cual arribó a Arica para cumplir el desafío de atravesar el desierto de Atacama recorriendo 1.300 kilómetros.

El propio Manfred cuenta hablando sólo en inglés, que eligió Arica para entrenar por la belleza de sus paisajes.

Su idea es afrontar este proyecto en su handbike (bicicleta de mano) la cual sólo es impulsada por la fuerza de sus brazos y manos.

El entrenamiento que inició ayer durará hasta el 20 de marzo de este año, porque el 23 de marzo empieza su ruta de Arica a Copiapó.

EL TEAM

Para este gran e inédito desafío estará acompañado de un equipo de siete personas (alemanes, austríacos y un colombiano), incluidos dos automóviles.

Uno de los carros estará permanentemente detrás suyo para protegerlo del tránsito en la carretera.

Asimismo, un equipo de cámara también estará junto a él para filmar todo el trayecto en el desierto de Atacama para producir un video sobre el tour extremo.

A la vez, le interesa que se filme y se dé a conocer "los maravillosos paisajes alrededor de Arica y del desierto de Atacama".

Todo el tiempo anterior a la travesía del desierto lo va a utilizar para aclimatarse y entrenar en Arica.

Ayer, precisamente, realizó un recorrido por el valle de Lluta, conociendo los espectaculares geoglifos, que seguramente estarán en su video sobre este desafío.

La rutina diaria de entrenamiento será aproximadamente de 100 kilómetros dando vueltas alrededor de Arica.

En lo que lleva en la ciudad, destaca la buena atención recibida en el Hotel Samaña, donde está alojado, recinto que cuenta con especiales dependencias para acoger a personas con discapacidades físicas como Manfred.

Respecto de las características de su handbike, ésta tiene luz trasera, como también cintas reflectoras, no obstante piensa terminar sus rutinas diarias antes del anochecer.

La mayor parte del entrenamiento lo hará solo sin acompañamiento, porque su equipo de personas que lo ayudarán en la travesía, todavía no llega a la región.

Manfred no es primera vez que realiza estas travesías porque antes estuvo en Washington D.C. recorriendo la costa oeste y este por varios días.

Respecto del porqué escogió Chile para cumplir esta hazaña, manifiesta que una de las razones son los hermosos paisajes de la región de Arica y Parinacota, y del desierto de Atacama, zona conocida en las rutas turísticas mundiales.

En lo anímico, quiere mostrarle al mundo que nada es imposible, que todo se puede realizar mediante la perseverancia y esfuerzo.

"No hay barreras para poder hacer lo que uno se proponga", es el lema de Manfred Putz.

Por ello, afirma que tras aterrizar en Arica, la puerta al desierto de Atacama, su primera impresión fue muy grata.

"El pueblo estaba en la fiebre del carnaval, y mi corazón palpita más rápido fuera de la ciudad. El sol quema sin piedad por todos lados y la amabilidad con los huéspedes rompe todas las barreras lingüísticas".

Ahora, sólo espera la hora señalada para empezar su hazaña. J