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La hidroterapia como curación del cuerpo y alma

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E l agua como fuente terapéutica para el cuerpo y el alma es el principal objetivo que busca el curso de natación de la oficina comunal de la discapacidad Ocodis que se inició la tarde de ayer en la Piscina Olímpica.

Decenas de niños con distintas discapacidades disfrutaron del curso dictado por el profesor Mario González, quien antes de quedar en silla de ruedas, trabajó como salvavidas durante 15 años del recinto acuático.

"Este curso se hace todos los años para que los niños puedan aprender a nadar y así ser más independientes en la vida. No se distingue en las edades ni en la discapacidad. Primer año que estoy a cargo de este curso y es una gran prueba para mí", explicó.

Trabaja junto a dos instructores de apoyo que son María José Olivares y Cristian Aravena, los cuales ayudan a los niños a comenzar a nadar y a relajarse en el agua.

La instructora comentó que este trabajo es todo un desafío para ella, ya que a los niños al principio les da un poco de miedo, pero que el fin es que ellos puedan adquirir seguridad y aprender a nadar.

Mario González invitó a todas las personas que tengan cualquier tipo de discapacidad a probar los beneficios que tiene la hidroterapia la cual es una valiosa herramienta para el tratamiento de muchos cuadros patológicos, como traumatismos, reumatismos, digestivos, respiratorios o neurológicos.

"Este tipo de ejercicio tiene beneficios tanto físicos como mentales. Les sirve para distraerse y olvidarse de su enfermedad además de que el movimiento hace trabajar sus músculos. Ellos se despejan, la natación es una actividad muy sana. Además el administrador de la piscina nos facilitó el acceso y podemos ingresar sin ayuda lo que facilita el ingreso".

Uno de los asistentes al curso fue Patricio Meléndez, quien sufre de epilepsia y retraso mental en grado mínimo.

"Este año es primera vez que vengo. Sé nadar, pero quiero aprender más. Es algo entretenido y se comparte con varias personas", destacó.

Alicia Maturana disfrutó de la tarde en la piscina junto a su hijo Salvador Fernández, que tiene Síndrome de Down. La madre destacó la iniciativa y dijo que su hijo era fanático del agua. "Le gusta tanto que siempre me cuesta sacarlo de la piscina. Él aprendió a nadar y acá viene a practicar, lo traigo porque a él le gusta estar aquí y compartir con la gente. Es bueno que se realicen estas actividades para que los niños se recreen. Hasta yo me metí al agua", contó riendo la madre de 85 años.

El curso de hidroterapia es gratuito y a quienes se inscriben se les entrega un gorro de baño y utensilios para flotar, en una primera instancia.

Andrés Duran llevó a a su hija Constanza, de 10 años, para que disfrutara de la piscina. "Soy parte de la Ocodis y traigo a mi hija porque le gusta mucho el agua, aprenda a nadar y adquiera más seguridad", destacó.

Las propiedades terapéuticas del agua permiten entregar alivio y relajación muscular. También atenúa el dolor de espalda y de las articulaciones. Disminuye el dolor en general debido a la calidez y presión que ejerce los diferentes chorros de agua sobre las zonas del cuerpo y tiene múltiples beneficios mentales. Las clases se realizarán hasta marzo todos los miércoles y viernes, desde las 15 hasta las 17 horas. J