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El académico ariqueño que desafió la historia

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De una pureza y elegancia que se viste de sencillez al momento de expresar su pasión por la historia, Manuel Fernández le dio una estocada al tiempo, cual esgrimista que disputa un título mundial ante su mayor adversario e inmediatamente nos devolvimos a 1541, cuando Arica daba sus primeros pasos en aras de convertirse en lo que hoy conocemos como la ciudad de la Eterna Primavera.

inicios

Pero, ¿quién es este enigmático personaje que hizo su aparición de la mano de su mujer y que sin prisa afirmase tal hallazgo?

Nacido en Arica el 16 de diciembre de 1937, Manuel Fernández es un destacado profesor de historia y geografía que en 1974 fue exiliado y se fue vivir a Escocia. Actualmente, reside junto a su amada Ximena, en Staranzano, Italia, con quien lleva casado 44 años.

Padre de tres hijos, a los dos años sufrió un accidente en la panadería de su progenitor, el cual decidió enviarlo a la comuna de Putre para que fuese criado por su abuela.

Cuando cumplió los catorce años viajó a Iquique, donde comenzó sus estudios de carpintería en la Escuela de Artesanos, hoy Liceo Politécnico "José Gutiérrez de la Fuentes", con el fin de trabajar en la minería.

A sus 27 primaveras, viajó a Santiago e inició la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía en la Universidad de Chile, titulándose en 1970.

Luego, en 1974, fue expulsado del país por publicaciones relacionadas a la historia del Partido Socialista. Junto a su "Ximena", a quien conoció en la "U", con camas y petacas se radicó en Escocia, donde obtuvo el doctorado en Historia Económica de la Universidad de Glasgow, en la nación británica.

descubrimiento

Fernández relató que dentro de "Arica de Antaño en la Pluma de Forasteros Remotos", título que lleva su próxima publicación de 640 páginas y que será ilustrada a través de la Biblioteca Nacional, "se pueden encontrar aspectos definitorios y concluyentes donde se especifica claramente el hecho de que Arica fue fundada en 1584 y refundada en 1605, luego del terremoto que azotó a la ciudad".

Comentó, que existe un documento que ha tenido una gran circulación en Arica: El Acta de Fundación de la Villa de San Marcos de Arica y que se ha datado 25 de abril de 1541. Aunque contiene algunos vagos elementos con visos de plausibilidad, el documento merece serias dudas respecto a su autenticidad".

El académico manifestó, además, que en la difusión de tal documento no se ha entregado una indicación de la fuente o proveniencia del mismo, como es de rigor en un ámbito historiográfico. "En el caso de un documento similar que certificó la fundación de Arequipa, por ejemplo, toda la historia del hallazgo de tal documento está concienzudamente documentada para justificar plenamente su origen y su autenticidad", puntualizó.

En ese sentido, "la similitud entre ambas actas, en las partes de aquella de Arica que son diversas de la de Arequipa, se observa una grafía anacrónica y una construcción semántica que no corresponden a la fecha del documento, vale decir, 1541. Por lo tanto, muchos vocablos parecen insertados muy posteriormente".

"Por ejemplo, el valle de Azapa no se conocía como tal en el siglo XVI. Solamente en el siglo siguiente se usó esporádicamente el nombre de Azapa. El Inca Garcilaso, que escribió un poco más de una década después de la supuesta fundación de Arica utilizó el nombre de 'Cuçapa'. El cronista Antonio Vázquez de Espinoza casi un siglo más tarde llamo 'Asapa' al valle pero otros lo llamaron 'Zapa', como aparece en varios mapas. Más aún, en el supuesto documento de fundación de Arica existen muchas otras inserciones extemporáneas que no corresponden al habla ni a la escritura de la primera mitad del siglo XVI", señaló.

"En el texto", dice el profesor, se puede apreciar un serio motivo de dudas acerca del supuesto documento ariqueño y que presenta el uso toponímico de la Isla Alacrán. "La isla no tenía tal denominación en 1541 y se conocía simplemente como Isla del Guano o, simplemente, islote. En todos los documentos que hemos seleccionado de viajeros, incluyendo aquellos tan respetables como Frézier y Feuillée, que confeccionaron sendos mapas de la bahía de Arica, ninguno se refirió a la isla o islote con el nombre Alacrán", hizo referencia el doctor.

El autor de "Arica 1868, un Tsunami y un Terremoto", obra lanzada en 2007 a cargo de la Biblioteca Nacional, explicó que "el mensaje que vengo a entregar busca dar a conocer una verdad que estuvo enterrada y que muchos no conocían.

Esta revelación viene a mostrarnos que efectivamente Arica fue fundada en 1584 y refundada en 1605 después del terremoto de 1604 (...) De ninguna manera quiero menoscabar la historia y la tradición que envuelven a la región. Arica es un bebé que amo y que ha ido creciendo con el pasar de los años, de la mano de todos los altos y bajos propios de los primeros pasos de una guagua. Pero el nacimiento de la ciudad tiene que ser respetado y las personas deben saber que no se fundó en 1541 sino en 1584", expresó.

arica más cultural

Fernández es fanático de la música clásica, y si bien reconoce que la ciudad ha cambiado "bastante, aún se pueden aprovechar más los espacios culturales que tiene ésta para ofrecer. Eché de menos en mi paso por Arica opciones de conciertos en vivo con orquestas o alguna presentación entretenida en el Teatro Municipal, aunque debo admitir, que pude llegar tarde a presenciar una de estas actividades". J