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El hombre de la animita aún sigue en la calle

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Cuando decimos el "Hombre de la Animita", algunos lo piensan un rato antes de recordarlo y a otros se le viene a la mente el caso de Guillermo Maya, el ariqueño que vivió meses en una animita, debido a su condición de calle y abandono; situación que lo dejó con ese apodo hasta el día de hoy.

Guillermo sufrió de una hemiplejía que lo dejó semipostrado, razón por la que no puede caminar ni valerse por si mismo. Y cuando vivía en la animita sus condiciones higiénicas no eran de las mejores, por eso muchas veces fue ayudado por los vecinos del sector, incluso personal de la Delegación Norte del municipio se hizo presente para evaluar su caso e ir en su ayuda. El Hogar de Cristo y otros también hicieron lo suyo y colaboraron para terminar con su estado de indigencia. Sin embargo ninguno de ellos pudo hacerlo salir de las calles de manera definitiva.

volvió a las calles

Los residentes del sector donde vive ahora Guillermo, aseguraron que muchos han ido en su ayuda después de conocer su caso en septiembre del 2013, donde fue llevado a un hogar para personas de su condición, pero a pesar de esa ayuda el hombre ha vuelto a las calles; otros comentaron que su mal comportamiento no fue tolerado en los recintos de acogida por lo que fue expulsado.

El caso es que sigue viviendo en las calles sin poder caminar y hay días que solo come pan y agua en la pequeña carpa que lo protege del sol. Con todo el calor del día, Guillermo se muestra tranquilo junto a su pequeña radio; pide algo para comer y un par de jugos en sobre para darle sabor al agua, dice.

"Es cierto que vivía en una animita, pero es que no tengo donde estar, mi familia vive en el Loa pero no quieren saber de mí. Ahora vivo en esta placita, y como lo que la gente me da, pero hay días que solo estoy a puro pan y agua", contó

fue capataz

Mientras entablamos una conversación, se muestra tranquilo y muy creyente de Dios. Haciendo algo de memoria contó que en sus tiempos fue capataz municipal, donde era el encargado de hermosear los jardines, pero todo se le vino abajo cuando sufrió de una hemiplejía que lo dejó discapacitado; todo esto producto de una golpiza donde su cerebro salió muy dañado. También recordó a su familia; asegura que lo abandonaron al ver su estado; haciendo más memoria contó sobre una hermana que vive en Copiapó, quien de vez en cuando viene a visitarlo.

"Desde que vivo en la plaza muchos me han venido a ver, pero me hacen puras promesas, nadie me ayuda, solo algunos vecinos se compadecen de mí y me traen agüita o algo de pan para comer, pero también me gustaría almorzar algo, pero como no puedo caminar, no puedo buscar algo de comer", aseguró Guillermo Maya.

pide comida y pañales

Con su cuerpo semipostrado, no es mucho lo que puede hacer y los pañales de adulto que utiliza los desecha alrededor de su carpa, hecho que ha generado un foco de infección y mal olor que tiene preocupados a los vecinos de la calle Soldado Gutiérrez.

Frente a esas condiciones los vecinos piden ayuda definitiva para él. Pero Guillermo dice ya no creer en promesas y cada vez que pasa una persona pide ayuda; algo para comer, agua, pañales y algo de ropa para vestir. No cuenta con mucho y lo poco que tenía lo ha perdido, ya que sufrió el robo de su silla de ruedas y le han quemado la carpa anterior que tenía.

"Vive hace 8 meses aquí y las personas no están contentas con su estadía, por el mal olor que ha provocado en el sector, donde hay muchos niños que vienen a jugar en la cancha que está a un costado donde vive él. Por eso los vecinos se quejan conmigo, pero ya he ido a golpear muchas puertas para que ayuden a este señor, pero nadie nos da una solución definitiva y él no puede seguir así", dijo Manuel Parra, presidente de la Junta Vecinal Concordia.

Pedro Verdejo encargado del programa en Situación de Calle del Hogar de Cristo, expresó que la situación de Guillermo Maya, es mucho más compleja de lo que se ve. "Nosotros tenemos un programa de apoyo para que ellos puedan superar su situación de calle, pero con don Guillermo tenemos un caso grave porque él no camina y necesita kinesiólogo e ir a un consultorio, pero no hay movilización y son cosas que estamos evaluando para ir en su ayuda". J