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La maratónica noche con el doble de Elvis Presley más famoso de Chile

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uál es la gran diferencia entre Elvis Presley, que a los 42 años muere producto del consumo excesivo de drogas y alcohol y Marcelo Rossi, el doble chileno más famoso del Rey del Rock, que este año cumplirá 80 años?

Precisamente en estos datos está la gran diferencia. "Elvis fue un adicto, que terminó su vida totalmente deformado. Yo, gracias a Dios, nunca he sido tomado en forma definitiva por el copete, la coca o la marihuana y aquí estoy, parado, cantando y haciendo más de doce shows mensuales", señala en forma implacable el imitador, quien vive en Valparaíso hace más de 20 años y que recorre bares y pubs emocionando a un joven público que lo aplaude y lo admira.

Decidimos seguir una noche de sábado a Marcelo Rossi, que enfundado en un apretado traje de cuero, actuó en Valparaíso, Quilpué y Viña del Mar, comenzando a las 11 de la noche y terminando a las tres de la mañana y con más ganas de seguir cantando y bailando.

ES SENSACIÓN

La primera estación del Elvis chileno fue el restorán El Molinón, ubicado frente al Parque Italia, en un sector tradicional de bohemia porteña.

Es un local familiar, donde la gente se reúne a celebrar aniversarios de matrimonios y cumpleaños en torno a una buena parrillada de carne, chunchules y prietas.

Marcelo Rossi ya causa sensación cuando ingresa al restorán. Ahí los murmullos del público son la alarma que al ídolo le advierten que tiene que comenzar su show. Lleva un disco con las pistas grabadas y comienza su ritual de baile y música, interpretando los éxitos del Rey del Rock.

Después de cantar un par de temas se retira algo enojado, dejando entrever una personalidad compleja, que muchas veces lo convierten en una caricatura de un cascarrabias.

"Sí. Tengo un genio muy malo. Lo que pasa es que uno ya es profesional y merece tener un buen sonido, que se preocupen de su show. Soy bueno para reclamar", explica con su rostro algo desencajado. "Muchas veces el tipo que está encargado de manejar el sonido del show está muy borracho o conversando con alguna regordeta chiquilla y eso es una falta de respeto", agrega.

Vuelve al escenario, que está al mismo nivel del piso del restorán. En esta ocasión más relajado. Saca a una hermosa mujer a bailar. Le coquetea y ella se deja coquetear. La gente aplaude y en segundos el rock and roll se toma el ambiente, el tiempo se detiene y la gente levanta sus vasos de vino y sigue cortando sus longanizas y engullendo papas fritas.

Andrea Gatica, encargada de El Molinón explica que el doble de Elvis tiene un gran prestigio en la bohemia porteña, "y es muy querido ya que sólo al verlo sacan sus celulares y se toman fotos. Interactúan mucho en el escenario con él. Es un gran espectáculo y desde hace seis años que lo veo todos los fines de semana".

Camilo Ponce, un joven que se encontraba junto a su familia en el restorán, observó por primera vez el show del octogenario Elvis. "Su forma de ser es muy particular. Tiene una forma de ser única, que la distingue de otros dobles de Elvis que existen".

Mario Navarro tampoco nunca había visto a Marcelo Rossi cantar en vivo.

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