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Nadie puede destronar a la reina de los cubos

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La señora Berta Lazcano es oriunda de San Felipe, pero azapeña de corazón. Llegó al valle muy joven, junto a una familia que la contrató como niñera el año 1961. Con los años conoció a Carlos Báez, un joven afroazapaeño, con quien se casó y tuvo 4 hijos.

Ya establecida en el poblado de San Miguel, Berta Lazcano quiso apoyar a su hija Pamela, que por esos años se inscribió en un concurso de belleza que se realizaba en Arica, el Miss Barrio. 'Mi hija estaba concursando y necesitaba más apoyo para su candidatura, por eso decidí hacer los cubos para ayudarla, pero ella se retiró y yo dejé de hacer los cubos, luego la gente me pedía que los siguiera haciendo y continué hasta el día de hoy', relató.

Después de que se dio cuenta que los cubos que preparaba le gustaban mucho a los niños, jóvenes y adultos, siguió con el negocio.

'En un comienzo vendía cubos de agua hechos con jugos Yupi de distintos sabores, y con el tiempo fui preparando cubos de fruta que los vendía a 50 pesos', dijo Berta. Mientras que los cubos de agua se vendían a 30 pesos aquella época.

Las primeras ventas eran solo de 20 a 30 unidades diarias y la ganancia no era mucha, pero Berta era feliz cuando los niños disfrutaban de sus cubos.

Cada año fue aumentando la demanda por sus helados y la cantidad que preparaba doña Berta se hizo poca, así que tuvo que elevar su pequeña producción, que era muy requerida durante todos los días y épocas del año.

'Recuerdo que en pleno invierno, cuando hacía mucho frío, aquí venían niños a las 10 de la noche a comprar cubos, y mi madre los atendía igual a esa hora, porque las ventas se hacían todo el año', recordó Cristián Báez, hijo de la señora Berta.

Con ese auge ha tenido que comprar más frutas y más insumos para elaborar cubos. 'Cuando me faltó un congelador quise postular a un proyecto, pero me dijeron que ya no habían proyectos, así que tuve ahorrar y con el tiempo compre mis propias congeladoras para guardarlos', aseguró Berta.

Todos los días, especialmente en las noches, Berta se dedica a la preparación de entre 200 y 300 cubos de diferentes sabores.

Entre los que destacan están los de maracuyá, maní, mango y chocolate (con canela y clavo de olor). Pero también están los sabores de manjar, coco, frutilla, durazno, ciruela y melón.

'Hago 28 cubos de cada sabor y sé que vendo barato, por eso las frutas las compro en cantidad para no gastar mucho y no perder el sabor, que es lo importante, porque sé que no todos tienen más de 300 pesos para un cubo, pero siempre hay 100 pesos ', contó Berta Lazcano.

Con los años, la venta de cubos se hizo masiva y la señora Berta tuvo harta competencia, pero ella salió triunfadora, porque la gente la prefirió por el auténtico sabor de fruta de sus cubos.

'Me han querido hacer la competencia, pero no les va bien, porque los elaboran con poca fruta y mucho hielo, por eso la gente cuando los compra y los prueba ya no quiere volver mas ahí y me buscan por todo el pueblo, sobre todo la gente que viene de Arica, que se lleva más de 20', contó.

Muchas generaciones de niños crecieron probando esos cubos, los mismos que siguen disfrutando hasta el día de hoy, con la diferencia de que ya no son unos niños, sino que ya tienen familia y otros son profesionales que cada cierto tiempo retornan a la casa de la señora Berta para deleitarse con aquellos helados que los refrescaron en su infancia. Berta Lazcano está consciente de aquello, por eso agradece la fidelidad de sus pequeños y grandes clientes a quienes sigue viendo gracias a la venta de cubos y a otros los recuerda con mucho cariño.

'En mi casa, solo yo sé hacer los cubos, nadie más sabe; los hago a la medida, por eso cuando se me pierde la medida me desespero. Estoy agradecida con la gente, porque esto me ayudó a independizarme y trabajar desde mi casa sin tener que salir afuera. Y gracias a esto vivo bien, no con muchas riquezas, pero vivo tranquilamente', agradeció la mami Berta, como le dicen de cariño, por ser una persona muy solidaria con los vecinos que lo necesitan. J