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Pese a tachos para reciclar, la basura se mezcla en vertedero

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Pese a que se instalaron tachos o receptáculos ecológicos en playa El Laucho, La Lisera y también en las obras de remodelación de la ex isla El Alacrán, la verdad es que esas botellas de plástico, latas y cartones, no siguen la cadena de reciclaje y finalmente terminan mezcladas con otros desperdicios.

Esto, porque en la ciudad no existe un plan real para reciclar la basura arrojada a diario, la que es recogida, mezclada y llevada hasta el vertedero municipal, tal como se ha hecho toda la vida.

Este medio quiso constatar el tratamiento que hacen quienes llegan a los balnearios citados donde se corroboró que los ariqueños y turistas dejan las botellas, plásticos o cartones en su receptáculo correspondiente.

Sin embargo, cuando llega el camión de la empresa contratista, que trabaja para la Municipalidad de Arica, a recoger el contenido, sus operarios mezclan cartones, plásticos y botellas junto a los residuos orgánicos para arrojarlos todos juntos al vehículo.

ASEO Y ORNATO

Desde Aseo y Ornato de la Municipalidad de Arica, su director Marcos Gutiérrez, aclaró que hasta ahora "no existe un plan para reciclar la basura de la ciudad y que toda va al mismo lugar, en el vertedero".

Desde la Oficina de Medio Ambiente de la Municipalidad de Arica, se informó que ellos levantaron el Programa "Urbal III", que estaba destinado al manejo responsable de la basura y que se implementó hasta diciembre del 2013.

Yenny Soto, directora de la oficina, dijo que efectivamente se estuvieron recibiendo aportes desde la Comunidad Europea y también de algunos municipios de Italia. "En su momento se trabajó en el reciclaje de botellas, vidrios y cartones, en algunos colegios municipalizados, jardines infantiles y juntas vecinales", explicó la directora de Medio Ambiente.

REALIDAD

Y pese a las buenas iniciativas de los organismos públicos, la finalidad del reciclaje está lejos de convertirse en realidad. Uno de los intentos fue la instalación de un contenedor (Punto Limpio) en Diego Portales, el fue instalado hace unos tres años y tenía la función de recibir en cada receptáculo interior, botellas de vidrio, plástico y cartón.

La iniciativa comenzó a fallar cuando los vecinos del sector comenzaron a dejar basura orgánica, mezclándola y dejándola sin efectos para el posterior reciclaje.

La guinda de la torta fue cuando unos desconocidos le prendieron fuego, por lo cual fue retirado del lugar. J