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Cerveceros ariqueños fermentan éxito turístico

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Una puesta en escena gastronómica-turística con identidad local han levantado emprendedores con una gama de elixires placenteros para gargantas sedientas en verano: cervezas artesanales made in Arica.

Estas son Kamanchaca y Altaparina de la cervecería Tierra del Amauta; Nativa de la Cervecería Rustika; Bigwei y Cerveza Quince con su Porter, British Bitter y Golden Ale.

La microcervecería pionera en generar este producto fue Tierra del Amauta en 2007.

José Ignacio Fuenzalida, uno de los emprendedores de este producto explicó que en 2006, cuando volvió desde Santiago como publicista se dio cuenta que no existía cerveza artesanal en la ciudad de Arica y ante la inquietud de hacer algo nuevo junto a su padre y con su amigo, Hernán Gallardo Estrada estudiaron la posibilidad de traer cervezas importadas para venderlas en los bares.

'Fue entonces que derribamos nuestras energías en estudiar el proceso de la elaboración de cerveza. Viajamos a Perú y realizamos un curso con un ex maestro cervecero de la cervecería Bakus, quien nos enseñó todo sobre la magia de elaborar cervezas artesanales. Luego de haber aprendido a elaborar cerveza decidimos comenzar a realizar pruebas y testeos de forma casera. En 2007 postulamos al concurso capital semilla de Sercotec y compramos maquinaria para comenzar a elaborar cerveza de forma artesanal y con visión de negocio', comentó.

Desde 2007 cervecería Amauta produce aproximadamente 1.200 litros mensuales de distintas variedades de cervezas con recetas tradicionales y variedades especiales producidas con productos de la zona, como el fruto del chañar.

'Nuestra cervecería está abierta a la comunidad en el poblado artesanal. Contamos con un bar cervecero para degustaciones donde la gente puede visitarnos, degustar nuestras variedades y aprender de forma general de la historia de la cerveza y de sus procesos', explicó Fuenzalida.

La micro cervecería que lleva poco tiempo en el mercado, pero ha dado grandes saltos y reconocimiento a nivel nacional es la empresa familiar de Cerveza Quince.

Benjamín Leiva, enólogo de Quince, explicó que junto a su padre y unos amigos decidieron hacer cerveza artesanal; 'queríamos hacer algo innovador, que se identificara con el clima de la ciudad y que fuera turístico'.

En 2011 tenían equipos de 20 litros y cada vez que hacían era sólo esa proporción, lo cual equivalía a 200 botellas mensuales.

Con la ayuda de Sercotec ampliaron la maquinarias y pasaron a producir mil litros al año y medio siguiente, y ya en 2014 comenzaron a enviar cerveza a Santiago.

'El 2013 participamos en el Chile Beerfest y ganamos medalla de bronce, y hemos participado dos años consecutivos en la guía de la cerveza de Chile. Ahora nos ganamos un proyecto Sercotec donde adecuamos el segundo piso de Calaveras y Diablitos para vender Shop Quince', explicó el enólogo.

Los maestros cerveceros que se han forjado en Arica tienen diferentes sueños ligados a la promoción de la ciudad a través de su producto, su único inconveniente es el difícil acceso a los insumos y materia prima para confeccionar su brebaje, ya que todo se encuentra en el sur del país o fuera de él. J