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Las proyecciones económicas 2015

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Los próximos meses se transformarán en un importante reto para el país en términos económicos. Esto, especialmente después de que el Banco Central en su reciente Informe de Política Monetaria rebajara la proyección de crecimiento para este año a un 1,7%. La cifra representa la detención de una baja progresiva en las expectativas, que se iniciaron en un 4,2% hace casi un año. Los resultados apuntan también a un anticipado impacto en el crecimiento para el venidero 2015, en el que las proyecciones lo sitúan entre el 2,5% y 3,5%.

Los analistas hablan de que este año se transformó en uno emblemático en términos de bajo crecimiento, ubicándose en el tercero más débil en los últimos 30 años, superados por dos episodios económicos mundiales que afectaron de manera importante la economía nacional: 1999, con los efectos de la Crisis Asiática; y en 2009, con los efectos de la crisis Subprime.

Los síntomas y efectos que vienen de la mano de este escenario ya han comenzado a hacerse perceptibles en la sociedad nacional, por supuesto, en términos de la economía. Hay indicadores que enfatizan la necesidad de atención al respecto, como la caída en las inversiones en un 6,2%, lejos del 4% proyectado hace un tiempo.

Otro ingrediente que es capitular para la economía chilena es el precio del cobre. El principal sustento económico del país tendría que enfrentar precios por debajo de los US$3 la libra hasta 2016. En octubre, la Comisión Chilena del Cobre había reiterado su proyección para este año en US$3,12 la libra. Se estima que por cada centavo que baja el precio del cobre, el Estado chileno deja de percibir unos US$50 millones ya sea por la tributación de la minería privada o los excedentes de Codelco.

La caída en la confianza empresarial y luego, en la de los consumidores, según un estudio de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Chile, también son factores que se suman al actual panorama.

Hechos y cifras que dan cuenta del desafío que enfrentará nuestro país en términos económicos.

El año que llegó

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Como es habitual, el cambio de año es época de balances y proyecciones y el que acaba de empezar viene interesante. Además hasta estos días he apreciado sólo proyecciones estadísticas y estas no son tan adecuadas para proyectar un año, como, de hecho, lo demuestra un artículo recientemente publicado en el Wall Street Journal. Por cierto las proyecciones son válidas en la medida que logren anticipar (todos) los acontecimientos relevantes, es decir, no son a prueba de sorpresas.

También creo que las proyecciones actuales son demasiado pesimistas. Estimo que la depreciación del peso puede ser aún mayor que la observada hasta hoy (aún tenemos un tipo de cambio real más bajo que el 2003) de modo que el dólar podría llegar a los $650 durante 2015. El petróleo y el cobre en mínimos históricos podrían mantenerse. Pero el petróleo ha disminuido mucho más su precio que el cobre, de modo que los términos de intercambio favorecen a Chile.

Tipo de cambio y precios de "commodities" favorecerán la actividad económica y, simultáneamente el empleo. Ello no ocurre siempre pues cuando los precios del cobre son altos, el PIB aumenta mucho, pero el empleo aumenta menos y de manera indirecta.

Finalmente el presupuesto fiscal del 2015 es claramente expansivo y ello reforzará los efectos anteriores.

Hay algunas variables que podrían fluctuar bruscamente y que hay que observar. Por un lado, la tasa de interés internacional podría subir durante el año debido a la normalización de USA. Pero también porque la guerra de precios en el mercado del petróleo está acumulando desequilibrios importantes en los países exportadores. Esos desequilibrios pueden presionar al alza las tasas de interés internacionales y hacer variar bruscamente los precios de los combustibles (este es un tema más largo).

Finalmente, la combinación de tasas al alza y presiones sobre los precios, es un escenario raro en nuestro país y eso podría complicar a las autoridades monetarias.