EL IMPOSTOR
Hace algunas semanas atrás el premio Nobel de literatura Mario Vargas Llosa escribió un artículo con ese título aludiendo a un español que se había codeado con la nobleza y las más altas esferas del gobierno siendo falsos todos los antecedentes que había entregado. En nuestro país hoy día nos encontramos con muchos personajes de estas características y que lamentablemente engañan a la gente. Son muy conocidas las estafas telefónicas, las vía internet, pero poco se habla de una que se ha extendido hasta nuestra ciudad, la de los arrendatarios, individuos que se han profesionalizado en el arte de vivir gratis a costa de los demás. Llegan presumiendo con grandiosidades, que trabajan en el ámbito de la minería, engatusando a sus víctimas, pagan los primeros meses, y después dejan de pagar, si uno los demanda a la justicia, van a tener abogados y el proceso se va a extender mas de un año, lamentablemente la justicia sigue otorgándole muchas garantías a los arrendatarios, además que toda la deuda que acumulan, que la mayoría de las veces supera grandemente a las estafas telefónicas, o por internet, no es considerada estafa, provocando sin duda un fuerte impacto económico en los propietarios, puesto que estos generalmente siguen pagando sus propiedades. Además estos personajes que se cambian de casa en casa, la mayoría de las veces siguen cometiendo sus fechorías puesto que los propietarios se desisten de llevar a cabo acciones judiciales por los costos económicos que esto implica. Y cuando finalmente dejan la vivienda, los dueños se encuentran con tremendas deudas de agua y luz, puesto que generalmente cuando la compañía respectiva cortaba el suministro, ellos lo reponían a la mala, además por supuesto del estado en que queda la vivienda. Por todo lo anterior es necesario que usted tenga mucho cuidado cuando arriende su casa, revisando los antecedentes del futuro arrendador, ya que quizá sin darse cuenta este impostor ya entró en su casa.