Cuidado al comprar juguetes
Siempre es recomendable fijarse en los juguetes que se van a comprar para Navidad; que nos sean tóxicos ni inflamables, por ejemplo, sobre todo ahora que las fiscalizaciones serán tardías.
Siempre es recomendable fijarse en los juguetes que se van a comprar para Navidad; que nos sean tóxicos ni inflamables, por ejemplo, sobre todo ahora que las fiscalizaciones serán tardías.
Estos días los rayos del sol ya se hacen sentir con toda su fuerza y por eso es necesario acordarse de echarse una buena cantidad y ojalá varias veces al día protector solar para no tener consecuencias en su piel.
Hace una semana, lectores de La Estrella de Arica comenzaron a reportar un basurero botado en el suelo. Sí, uno de esos metálicos que se encuentran en algunos sectores del centro de Arica. El de este caso, corresponde a calle Maipú, casi en la esquina de General Lagos. Se desconocen las circunstancias en las que este receptáculo terminó en la acera, más si se consideran sus características y peso. Pero ahí quedó, simplemente.
Puede parecer un detalle, una simpleza, un hecho poco significativo. Sin embargo, el hecho es un corolario de la falta de atención que evidencia en ciertos momentos y lugares la ciudad. Ni siquiera hablamos de seguridad vial o para los peatones. Sólo se trata de imagen y atención para con la ciudad que hoy se busca posicionar como un atractivo turístico.
Precisamente Sernatur se encuentra trabajando en un ambicioso plan de promoción y posicionamiento de la región de Arica y Parinacota, incluso a nivel internacional, como destino para estas vacaciones de verano. Este Diario daba a conocer, incluso, la realización de un spot en la ciudad, dispuesta a recibir visitantes.
Sin embargo, para que nuestra ciudad y nuestra región brillen como lo hacen en las promociones, requieren del trabajo conjunto de todos los servicios y organismos. Y por supuesto, el compromiso de la comunidad, especialmente aquella que espera que la actividad turística sea un eje en el desarrollo de esta zona. La solución a problemas como el abandono, la suciedad, el descuido y en general, el desprecio por la imagen que debemos proyectar, no puede quedar en manos del azar o las circunstancias. Es algo que nos debe ocupar como sociedad.
Hoy, lo peor que podría pasar es que mientras parte importante de los ariqueños rechazan otras inversiones que pueden considerar nocivas, las puertas de la "industria sin chimeneas", como se le llame al turismo, termine siendo sepultada, paradójicamente, por la contaminación que se genera a partir del descuido de la ciudad misma.
El hombre es el único ser vivo que tiene que elegir su futuro, aun antes de saber cómo elegirlo y para ello ha de escuchar esa voz íntima, es sutil vocecilla que susurra dentro de nosotros y que llamamos vocación. El ideal es elegir y vivir la vida propia como algo auténtico y original, haciendo realidad nuestra fantasía, haciendo de nuestra carrera afición y preocupación creadora. Esto es efectivo especialmente en la Carrera Médica que no sólo requiere una vocación de deber sino una vocación de amor cuasi religioso para lo que se va a hacer, vocación no influida por falsos espejismos de riqueza y gloria; por eso el que tiene más probabilidades de éxito no es el que ejerce su carrera sometido a deber y obligación, sino el que la ejerce con mayor imaginación y entusiasmo, sin temor al castigo ni amor al premio, sino gozando simplemente la espléndida aventura de hacer lo que se debe hacer y hacerlo magníficamente bien. El mejor médico no es el que sabe más sino el que acepta el entorno vital y lo engrana con su perfil individual, para, mediante esa integración, crear una vida apasionada y limpia.
Nuestra vocación juvenil nos condujo a la Universidad y durante 7 años llevamos en nuestra mirada un ideal. Nuestra carrera se inició cuando dejamos de vivir en grupos de adolescentes y abandonando el masivo tropel juvenil partimos del Alma Mater para enfrentarnos con nuestro solitario destino y cumplir con la misión histórica que nuestra generación depositó en nuestras manos como se depositaba antaño la espada gloriosa de un gran capitán de los tercios de Flandes. Cincuenta años después damos gracias a nuestra carrera que elegimos por vocación juvenil. Y aunque la Medicina es una Diosa celosa que no admite compartir su culto con otras divinidades, por lo que nos exigió muchos renunciamientos, también nos entregó el laurel y el olivo de la virtud que da la satisfacción de haber aliviado el dolor de nuestros semejantes y haber sido útiles a la humanidad.
Casi como un verdadero carnaval de Río, los carros alegóricos de Navidad con trineos y el infaltable Viejito Pascuero se lucieron durante su recorrido y entregaron felicidad a los pequeños que esperaron su paso.