Fue como tenía que ser: con emoción, angustia, suspenso, garra y polémicas, todo lo cual servirá para varias semanas de conversaciones en los cafés, los bares y pubs de cada rincón de Chile.

Como pocas veces se da, Colo Colo, y la U, los dos equipos más populares del país, junto a Wanderers, el decano, llegaban con chance de dar la vuelta olímpica.

En el estadio Nacional y en el Bicentenario "Elías Figueroa" de Valparaíso, la fiesta era total en las graderías.

La U, puntero desde el inicio del campeonato hasta el final, se medía con U. La Calera, y los albos visitaban a los caturros.

Pero hubo que esperar hasta el final para la infartante definición del torneo de Apertura de la Primera A.

Y fue en el minuto 88' cuando no quedaban piernas en la cancha ni corazones que resistieran en las graderías del coloso de Ñuñoa, el momento clave de este campeonato.

José Rojas, aquel jugador que alguna vez lo devolvieron de Brasil por problemas al corazón, demostró una vez más, que le sobra coraje, y se fue por enésima vez sobre el arco calerano.

"Pepenbauer" lanzó el centro y Paulo Rosales que levanta la mano y el juez Carlos Ulloa no duda por un instante cobrando penal.

Gustavo Canales, el mismo de la hazaña ante la UC en la increíble definición de aquel campeonato donde debían dar vuelta un marcador adverso, se coloca frente al balón y vence a un Lucas Giovini, que lo había atajado todo.

Allí comenzó a desatarse la fiesta en todos los lados donde hay hinchas azules, y los goles de Wanderers a Colo Colo en la agonía, aumentaron esa sensación que la U bajaba otra estrella en esta década llena de logros para los herederos del gran Leonel Sánchez. Y así fue. J