Debe estar dentro del manual de chascarros más grandes de delincuentes, junto con el ladrón que quedó atrapado en la chimenea o el endieciochado que se quedó dormido en el sofá de la casa que robaba.
En febrero, y pensando que perpetrarían el robo de sus vidas, Fernando Lazo Carvajal (29) y Yerko Palma Feliú (40) abordaron un taxi colectivo en la esquina de calles Tucapel con Manuel Bulnes. Eran las 6.45 de la madrugada, cuando si bien en un principio ambos se dirigían a calle Los Artesanos, a uno se le ocurrió ponerle un cuchillo en el cuello al taxista, mientras que el otro lo apuntó con una pistola en la nuca, amenazándolo con eliminarlo si no detenía la marcha.
Ahí empezó la astucia del conductor, al que los antisociales sustrajeron la llave del taxi, lo hicieron descender del mismo y luego huyeron, objetivo que duró una cuadra, ya que el auto se detuvo, porque no notaron que al bajarse del vehículo, el taxista desconectó el suministro de gas de la máquina.
Tras no saber qué hacer, los delincuentes corrieron por distintas calles, hasta ser detenidos por Carabineros de la SIP de la Tercera Comisaría. Fin de la hazaña.
FISCALÍA APORTA DATOS
A mitad de semana, tanto Fernando Lazo como Yerko Palma fueron condenados a 8 años de cárcel por el delito de robo con intimidación, gracias a las pruebas aportadas por la Fiscalía de Arica, en una investigación trabajada por el fiscal Luis Soriano, junto a personal policial de la propia SIP.
"Tras ser obligado a descender de su vehículo y los imputados escapar al ver que el auto no les funcionaba, la víctima dio aviso a Carabineros, desplegándose un intenso operativo de búsqueda y que permitió detener a los acusados minutos después de ocurrido el hecho", explicó Soriano.
"La víctima reconoció a ambos, quienes al momento de su detención por funcionarios policiales aún mantenían en su poder tanto la pistola de fogueo como el cuchillo que usaron para intimidarlo", agregó.
En el juicio oral se informó que ambos registran antecedentes por diversos delitos. J
