El dominio del instrumentalismo
El instrumentalismo se ha convertido en parte de la vida misma. Sujetos y mujeres simples se casan por conveniencia si eso les garantiza prosperidad; muchos estudian carreras que no quieren, pero son muy lucrativas; o hacen negocios que detestan, mas sirven para determinados fines.
La historia puede llenarse de situaciones ejemplificadoras. Jóvenes que no quieren aprender, sino sólo pasar de curso y obtener su licenciatura; países que se asocian a pesar de sus diferencias, para evitar conflictos, o derechamente, invadir a otros.
Hay cuestiones que son instrumentales, sin fondo, pero deseables para la consecución de un objetivo.
Al menos entre 1980 y 2010, la política chilena pareciera que estuvo más concentrada en los fondos que en las formas y las coincidencias ideológicas hacían plausibles pactos instrumentales.
La centroizquierda se unió en torno a la negativa a Pinochet, algo instrumental: derrotar la dictadura; pero entonces transformó ese objetivo en algo mayor, en la visión compleja de una sociedad, de organizarse, de relacionarse con sus ciudadanos y con el mundo. A su vez, al menos durante los primeros años, la oposición se unificó en el resguardo del legado político de Pinochet.
¿Qué tenemos hoy? La Nueva Mayoría es la antigua Concertación, más el Partido Comunista, lo que, a la luz de los hechos, más parece un pacto instrumental que un grupo comprometido con un fondo político. La seguidilla de diferencias y desencuentros; los vacíos existentes en las propuestas y las visiones a ratos antagónicas, no hacen sino pensar en eso.
Lo curioso es que en la derecha la situación tampoco es distinta. La UDI y RN no logran cuajar un proyecto político y al interior de los propios partidos la diversidad no enriquece, sino que parece un problema, al menos para ellos.
Son cosas de los tiempos, pero no necesariamente positivas. Las sociedades necesitan relatos y convicciones y no meros pactos que muchas veces buscan el poder por el poder, sin pensar en qué le ofrecen a la sociedad... Puede ser la crisis de las convicciones.