Secciones

Cristóbal espera que no haya más discriminación

E-mail Compartir

Cristóbal está ansioso. Este año cumplió los 17 años y está a punto de quemar su etapa escolar. En su horizonte sólo aparece una cosa, el fútbol.

El joven ariqueño no esconde su deseo de poder estudiar en la universidad alguna carrera que lo ligue al deporte que lo encantó desde que tenía tan sólo 8 años.

- Me llama la atención el periodismo.

"Sí, creo que eso quiero ser". El joven vive sólo por el deporte rey. Fanático de la disciplina en general, aunque confiesa que su corazón tiene dos preferencias, como si cada mitad tuviera un color distinto.

"Me gustan San Marcos y Colo Colo". - Ah... ¿Corazón dividido? "Sí, aunque me gusta todo el fútbol en verdad. Veo partidos de Argentina, España, Inglaterra. Los veo todos".

Cristóbal se encuentra en Antofagasta realizándose controles de rutina. El muchacho nació con una distrofia muscular de Duchenne, la cual va empeorando con el paso del tiempo. Desde muy pequeño, el ariqueño formó parte de la Teletón, dejando el instituto este año. Por eso, para él esta fecha es importante, pues conoce la labor que los funcionarios realizan y lo importante que es el organismo para miles de familias chilenas. Su condición, le impidió dedicarse al fútbol, pero no por eso pierde la esperanza y como nos contó, él quiere sí o sí vivir el resto de su vida en las canchas de pasto, ya sea con un micrófono o una pluma.

LA DISCRIMINACIÓN

Hablamos de todo con Cristóbal, de deportes, la vida y, por supuesto, la discriminación con la que ha convivido. El joven lamenta que existan personas insensibles, que no puedan meterse en los zapatos del otro.

Su tristeza fue inmensa cuando a Emilio Rentería lo insultaron por su color. El chico lo compara con lo que él ha vivido, con la intolerancia de la sociedad.

"Me molestó mucho lo que le pasó (a Rentería)".

- ¿Crees que el fútbol ha cambiado para mal?

- Sí, ahora no es como antes, ha cambiado mucho. Hay mucha más rivalidad, muchas más peleas, insultos, agresiones.

El sólo hecho de ir a alentar a San Marcos al estadio se ha convertido en un calvario para el chico. Esto porque el mundialista no tiene asientos especiales para personas discapacitadas. Cristóbal, de colocarse en las tribunas, ve obstruida su visión por el enrejado. Por esto es que tuvo paso libre para ingresar hasta la pista atlética, situación que ha cambiado en los últimos encuentros por el Plan Estadio Seguro. "Ahora no he podido ingresar a la cancha. El problema es que no hay lugar donde poder ver bien el partido. He preferido quedarme en la casa y verlo por televisión", detalla el muchacho.

No están preparados

Su tía, Daniela Silva, lo acompaña mientras Cristóbal está en Antofagasta. Nos cuenta que al comienzo fue difícil convivir con el estado del joven, sobre todo porque el país está a años luz de la preparación necesaria para discapacitados.

"Fue complicado al principio porque la sociedad y el ambiente no están cien por ciento adecuadas para personas con capacidades diferentes. Pero, a medida que van pasando los años, todo ha ido mejorando, por lo general". J