Secciones

Arica es la segunda región con mayor intoxicación con plaguicidas

E-mail Compartir

La región cuenta con la segunda mayor tasa de intoxicaciones agudas por plaguicidas, equivalente a 12,8 cada 100 mil habitantes.

"Estas cifras son sólo de intoxicaciones agudas, pero los plaguicidas usados en campos transgénicos como el glifosato causan intoxicaciones crónicas, es decir que se presentan cinco o diez años después o a la próxima generación", comentó Lucía Sepúlveda, periodista, encargada de La Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina (RAP- AL) y vocera de la campaña "Yo no quiero Transgénicos".

Lucía visitó la ciudad para participar del Encuentro "Semillas de Origen" para dar a conocer el libro Mitos y Realidades de los Transgénicos, en ese contexto, Lucía comentó las cifras y llamó a una mayor prevención y estudios sobre el tema, sobre todo cuando se trata de transgénicos.

datos no registrados

Lucía comentó que estas son intoxicaciones registradas, pero hay más.

"Estas son las intoxicaciones registradas pero hay muchísimas más, muchos migrantes trabajan en la agricultura y no dan a conocer sus casos por temor a perder su trabajo o tener problemas", dijo Lucía.

intento de suicidio

Desde la seremi de salud explicaron que estas cifras se traducen en 23 casos de intoxicación por plaguicidas, y que a diferencia de la región de O'Higgins que tiene la mayor tasa, en donde las causas son por el trabajo agrícola, en nuestra región hay una gran cantidad de intentos de suicidio, 10 casos se registraron en 2013.

prevención

La seremi de salud realiza de forma sistemática y continua diversas acciones para prevenir la intoxicación aguda por plaguicidas.

La Red Nacional de Vigilancia de Intoxicación Aguda por Plaguicidas (REVEP), en Arica y Parinacota, (y en cada región) se coordina con los establecimientos de salud y notifica obligatoriamente las intoxicaciones por plaguicida o su sospecha a la seremi. Esta notificación es recibida por la Unidad de Epidemiología y dependiendo del carácter (agrícola laboral o accidentes no laborales) se conforman equipos para investigar la causa u origen a través de guías y formatos.

"La vigilancia permite cortar la red de intoxicación o indagar las causas para evitar casos similares, determinar fallas, si por ejemplo tiene que ver con los elementos de protección personal en una empresa, la capacitación de la gente, o la forma de aplicación del pesticida, o las condiciones sanitarias ambientales básicas en lugares de trabajo", dijo la seremi.

El seremi de agricultura, Miguel Saavedra comentó que existe un comité regional de plaguicidas liderado por la institución y en el que se enseña la forma de trabajar con estos productos para tener una adecuada protección en momentos de la aplicación.

"Esto tiene que ver con el manejo del envase, que se respeten las indicaciones del envase, no aplicarlo con mucho viento y tener la protección personal adecuada", dijo.

También está la Achipia (Agencia Chilena para la Calidad e Inocuidad Alimentaria) que busca usar productos que no dejen residuos.

TRANSGÉNICOS

La periodista Lucía Sepúlveda de RAP-AL explicó que en Argentina hay soya transgénica que se cultiva con glifosato, un poderoso plaguicida, que ha generado malformaciones congénitas; "la universidad de Córdoba tiene una cantidad de estudios que muestra el aumento de incidencia de cáncer y malformaciones congénitas que empieza desde los 10 años del ingreso de estos cultivos. La universidad y la seremi de salud deberían estudiar la situación en la región".

Lucía presentó en la UTA el libro Mitos y realidades de los transgénicos, un texto editado en 2012 por dos expertos en biotecnología que reeditó al español, "para que la gente pueda acceder a información científica debidamente citada con diversos estudios; la idea es que la gente pueda debatir con datosa duros".

Para saber el grado de pureza de los cultivos locales habría que hacer estudios y tomar muestras. Los cultivos transgénicos son tolerables a plaguicidas como el glifosato, el cual tiene propiedades muy tóxicas. En temporada alta hay más de mil temporeros trabajando en los valles y no se monitorea su salud", comentó. J