Por lo acontecido el sábado en la ciudad de Arica, me refiero a lo mismo, como amante del fútbol e hincha de Deportes Iquique. No se justifica ningún insulto a ninguna persona de índole despectivo o agresivo, pero me manifiesto respecto a que en ningún caso se trató de racismo ni xenofobia lo que expresa el señor Emilio Rentería.

En estricto rigor, estos conceptos se refieren a discriminación centrada en diferencias biológicas, culturales, color de piel, etnias y cualquier diferencia que establezca cierto tipo de jerarquía respecto de la raza humana.

Por muchos años he ido al estadio y los epítetos en contra de adversarios (de grueso calibre) simplemente al margen de ser groseros y agresivos, han sacado carcajadas en los asistentes y por lo demás solo se han manifestado en el contexto futbolístico.

En Iquique, ciudad cosmopolita, se ha integrado en todo ámbito a distintos grupos de países distintos, razas y etnias, sin odiosidad, integrándolos en actividades deportivas, sociales, educativas y de organizaciones vecinales. Los niños van a la escuela sin temor a sufrir ningún tipo de racismo y en general no existe antecedentes de racismo en la ciudad. No creo que se halla armado una odiosidad racista o xenofobia contra don Emilio Rentería, independiente de lo sucedido. Sé que los insultos solo tuvieron connotación futbolística.

Me extraña que en Chile se le esté dando con exageración al tema, si se entiende que se debe educar y frenar la xenofobia que es el paso más extremo del racismo. Ojalá no se esté buscando exagerar y todo quede en eso, un impasse futbolístico que en la gradería solo generó una carcajada o web-eo como se dice en Chile.

Disculpas al señor Rentería, pero esto hay que tomárselo como parte del leseo nacional futbolístico sin ánimo de ofender.

César Rivera

Definitivamente no creo que en el fútbol ni en el país seamos racistas. Si en el fútbol destacamos a los Pelé, cada barrio tiene uno y es muy querido. Negrito o Cholo, lo decimos con cariño.

Ante una falta o provocación de un jugador sea negro, blanco, chico o grande, la reacción de las barras son destempladas, vienen los gritos garabatos y ahí viene de todo.

Pero decir que en el fútbol chileno hay racismo, no exageremos, qué vamos a ser racistas en un país moreno. O queremos ser los europeos de América.

Creo que fueron gritos y groserías que serían como un símil que Jhonny Herrera le gritara un gol a la barra de Colo Colo.

No somos racistas... somos clasistas.

Es relacionado con Rentería, jugador de San Marcos de Arica que le gritó un gol a la barra de Iquique... todas las barras reaccionan igual. No seamos tontos graves y más papistas que el Papa.

Nelson Navarro Reyes