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Sifup respaldó al "Venado" Rentería

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l En una conferencia de prensa realizada en el hall del estadio Carlos Dittborn y en la que estuvieron también presentes la mayoría del plantel de San Marcos y la dirigencia del club, Soto rechazó este tipo de actos en el fútbol chileno, tildando de "lamentable" el hecho de que Chile se estrena en materia de racismo dentro del deporte rey.

"La comunidad deportiva de nuestro país debe entender que esto hay que pararlo ahora. Basta de racismo, no somos un país que acostumbramos a tener este tipo de actitudes", declaró el representante de los futbolistas.

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"No me molesta que me digan negro, pero no soy un mono"

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Contesta el teléfono y, de inmediato, relata el episodio humillante. "Entré a la cancha y de inmediato me dijeron: Negro. Que se vaya el negro. Negro aquí, negro allá", dijo a La Estrella, en un intercambio íntimo, Emilio Rentería, el delantero con gol que juega en San Marcos. Rentería dice que, en un instante, perturbado por los garabatos, puesto que ya le gritaban "negro conchatu…" y otros apelativos que degradan a cualquier humano con carácter, se acercó al árbitro y acusó el acto de flagrante racismo. No sucedió nada y entonces, al rato, el hábil venezolano convirtió el gol. Lo celebró al lado de la multitud iquiqueña.

-Para celebrar.

-Yo no provoco, hermano. Yo bailo. Yo siempre, en todos los goles que convierto, yo bailo. Es mi baile y no pretendo ofender a nadie.

-Yo bailo con mi ritmo y no estoy pensando en molestar.

-Yo sé cuando cometo errores y cuando toca mi momento para pedir disculpas. No tengo inconvenientes para asumir culpas. Pero en este caso, hermano, no cometí ningún error y no le pediré disculpas a nadie.

-No. No quiero perdonar a esa gente. Creo que no deben estar en el fútbol.

Se va

El ídolo está molesto. Si bien Chile completo le ha expresado solidaridad y admiración, las ofensas arcaicas lo han derrumbado. "¿Qué tiene mi piel?", pregunta desesperado. Y La Estrella le dice: "Nada. Su piel está perfecta". "¡Un color de piel produce estas cosas!", se irrita con justa razón. "Mi familia me llamó", cuenta, "me piden que me vuelva ya". Y se volverá. Termina su contrato y toma el primer avión y se larga con su olfato goleador a un país normal. Convencerlo es casi imposible. J