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El hombre que más sabe de la Teletón desclasifica los mitos en torno al espectáculo

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En 1978 un joven llamado Juan Arellano Zalor acompañó a Mario Luis Kreutzberger Blumenfeld al edificio del histórico hotel Carrera, en el centro histórico de Santiago, a una reunión con importantes y millonarios empresarios.

En uno de los salones del edificio, el hombre que ya era muy conocido como Don Francisco, le plantearía a los importantes convocados, la forma en que podrían sumarse a la Teletón.

¿La quééé?, preguntaron.

-La Teletón -respondió Kreutzberger. Una idea que había visto realizar al comediante estadounidense Jerry Lewis y que pretendía convocar a artistas y presentadores de televisión a una campaña para reunir dinero y ayudar a los tratamientos de niños lisiados, como se les decía hace más de 30 años.

Tras bambalinas y a cargo de las conexiones electrónicas de la presentación que hacía Don Francisco, estaba Juan Arellano Zalor.

Arellano era entonces un joven funcionario de Canal 13, que estaba haciendo sus primeras armas en el mundo de la televisión y que había sido convocado por Kreutzberger como apoyo técnico en el encuentro.

Desde ese lugar secundario vio las reacciones de escepticismo de los potentados hombres.

"No entendían mucho la idea que les planteaba Don Francisco. No veían cómo ellos podrían obtener algo y cómo se usaría el dinero para ayudar a los niños. Además, pensaban que de todo esto alguna parte debería ir a los bolsillos de Mario", cuenta hoy Juan Arellano, quien está avecindado en el Litoral Central y se desempeña como encargado de Cultura de la Municipalidad de Cartagena.

Arellano le dice Mario, no Don Francisco como la mayoría de los chilenos. Mario, porque lo ha tratado desde hace mucho tiempo y porque lo conoce de cerca, lejos de las luces, de las cámaras, de los escenarios. Arellano lo conoce cuando no es el personaje Don Francisco, sino cuando es Mario Kreutzberger.

-No, yo sé que no es así. El no se lleva dinero para la casa.

-Por supuesto, es efectivo que hay comentarios de todo tipo. Muchos son por desconocimiento y porque en este país existen los , que cuando algo anda bien, se esfuerzan en tirarlo pa' bajo. Yo que he ido a casi todos los shows, he visto cómo lo ha hecho. Estuve desde el principio, cuando lo hacíamos a pulso, con muy pocos recursos. Hoy es otra cosa. Mario es un hombre que lo tiene todo, no va a arriesgar su prestigio por toda la plata que pudiera obtener.

-No lo sé, pero obvio que ganó en credibilidad y en presencia en la televisión. Mira, es tanto el arrastre de Mario que él solo levanta las campañas. Un año Chile sufrió una serie de estragos producto de un invierno lluvioso. El canal hizo una campaña con José Alfredo Fuentes y había muy poca ayuda. Los ejecutivos llamaron a Mario a Miami y él se vino de inmediato. Cuando llegó y tomó el micrófono, la ayuda aumentó rápidamente. Eso es credibilidad.

-Nada, es gratis. Ellos colaboran con su trabajo. Así fue desde un comienzo.

-Claro, pero hay otros que han estado desde la primera Teletón, como Antonio Vodanovic. Me acuerdo de Enrique Maluenda que se fue, quizás porque quería más protagonismo.

-Hizo un gran discurso, tuvo notoriedad, pero no se le puede discutir el protagonismo a Don Francisco. Julio Martínez después hizo otro discurso menos conocido y luego se fue apartando solo.

-Claro que hay. Todos los animadores quieren estar más cerca de Mario, de tener más minutos en pantalla, por aparecer en la foto. Si lo pensamos fríamente, igual estar en la Teletón es una ganancia para ellos. Pero ojo, es una ganancia externa, no en dinero.

-Hay varios que se las arreglan para estar siempre adelante.

-Es cosa de ver quiénes son los que siempre aparecen en las fotos. Te pongo el caso de José Miguel Viñuela, él siempre sale. O el de la Vivi Kreutzberger, que una vez sonó como la reemplazante natural de Don Francisco, pero al no tener tanta pantalla en un canal fue perdiendo exposición.

-Obvio, tienen que estar los mejores. Si la idea es motivar a la gente a cooperar. Lo mismo pasa con los artistas. Hay algunos que se aprovechan eso sí.

-Todo el espectáculo está sometido a un libreto y de él no se pueden salir. Generalmente cantan una o dos canciones, las más conocidas. Había otros como Alberto Plaza que aprovechaba la ocasión de presentar nuevos temas, casi como haciendo un lanzamiento.

-No, se les explica que esa no es la idea y que tienen un tiempo determinado. No pueden estar toda la noche o asegurarse un lugar en el cierre. Eso lo determina la organización con harta anticipación. Una vez cuando estaba en la producción de espectáculo apareció Oscar Andrade, recién venía llegando de Alemania y quería ser parte del show, pero tuve que decirle que no podía estar porque llegó a última hora y estaba el programa hecho.

-Lo mismo. Claro, esos van en los horarios prime. Este año estará Marc Anthony y tiene que estar en el cierre del estadio Nacional.

-Sí y gracias a los contactos de Mario. La línea aérea y el hotel les dan los servicios sin costo, pero se les hace una mención durante el show. Ahí hay otra ganancia indirecta. La Teletón no les paga, pero se ven incorporados en la cruzada solidaria.

-Creo que hoy cualquier banco quisiera ser el banco oficial de la Teletón. Hay que preguntarse cuánto ha crecido la cartera de clientes de ese banco desde que aparece ligado a la Teletón...

el espectáculo

-Es una locura. Mucha gente. Todos quieren colaborar. La Teletón como institución tiene todo un equipo de funcionarios y a ellos se les paga. También a los músicos. Tras bambalinas hay de todo: lugares para comer, para tomar jugos, copete, etc. Pero nadie se pasa de la raya o por lo menos no tanto. También hay un amplio despliegue de medios de comunicación de todo el país. Yo estaré este año con la radio Tú Música de El Quisco.

-Ese es otro mito. Antes de comenzar el show se parte con una base que es el aporte de la empresas y que debe ser un 40% de la meta. El resto viene de los aportes de la gente en los bancos. Eso es lo importante, porque se demuestra que la gente apoya la causa de la Teletón, más allá de las críticas que se le pueden hacer.

-Debería ser, pero en Chile aún no lo es. Entonces debe realizarse la Teletón, de otra forma cómo se podría financiar el funcionamiento de las clínicas que hay en todo el país, de los miles de niños que cada año ingresan a rehabilitación.

-Puede ser, pero no es la idea.

-Sí, porque he visto cómo se hace y lo que se logra con lo recaudado. Es una obra rescatable y como todo lo hecho por los seres humanos puede tener errores, pero el fondo es lo importante, la ayuda a los niños.

-Yo creo que hasta que tenga fuerzas.

-La Vivi ha salido un poco de pantalla. Los demás son buenos, pero no tienen el arrastre de Don Francisco. Pero si tuviera que elegir a alguien, ¿sabe por quién me la juego?

-Por Lucho Jara. Tiene un estilo similar. Canta y anima. Quizás quién sabe. En una de esas le achunto. J

l Roberto Cadagán Delgado