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El clásico se trasladó a las tribunas y fue suspendido

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E ra un clásico y respondió como tal, pero una vez más la historia la marcó lo sucedido fuera de la cancha.

A los 71 minutos el árbitro Julio Bascuñán decidió dar por suspendido el encuentro ante la reiteración de nuevos insultos racistas contra el delantero venezolano de la celeste, Emilio Rentería.

La situación comenzó a generarse en el primer tiempo cuando después del gol de apertura anotado por el goleador y su celebración, la barra iquiqueña comenzó con los dichos racistas en su contra.

El baile y los gestos del delantero ofuscaron más a la barra visitante que insistió con los insultos.

Ante esto, el árbitro paró algunos segundos el partido para hacer su primera advertencia sobre los lamentables hechos que hicieron recordar lo sucedido en el estadio Bicentenario El Teniente de Rancagua con la reacción racista de los hinchas.

No obstante, el capitán de Iquique, Rodrigo Naranjo junto a otros jugadores visitantes le reclamaron al árbitro una supuesta provocación de Rentería.

Con los ánimos más que caldeados se fueron a las duchas, pero el agua fría no sirvió de mucho.

Los Bravos de Arica siguieron atacando usando muy bien las bandas con Kevin Harbottle por derecha y Nico Medina por la izquierda, y con Rentería que tuvo su segunda oportunidad con un cabezazo que desvió Naranjo en reacción felina.

También tuvo su ocasión Harbottle, con lo cual la celeste comenzaba a justificar su ventaja.

Por el otro lado, un solitario Manuel Villalobos, no alcanzaba a inquietar a la defensa ariqueña.

En eso estaban cuando volvieron los insultos y el árbitro optó por suspender el partido.

Allí se desató el escándalo con destrozos en la tribuna y las declaraciones ofuscadas de los iquiqueños. J