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La artesanía ancestral que mejora el alma

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Una increíble terapia y sanación para sus enfermedades y males, resultó para siete mujeres del sector de Alto Ramírez, las Lloysas, la oportunidad de proyectarse como tejedoras de lana de alpaca.

Y como algunas oportunidades en la vida, todo partió con una casualidad, como lo relata María Jimena Fernández Yucra, una de las integrantes de este emprendimiento artesanal.

"Nosotras teníamos un almacén y hasta allí llegó un día, una funcionaria de Prodemu, la cual nos aconsejó que podíamos emprender con un taller, ya que, por ejemplo, mi madre (Eulalia Yucra), aprendió a tejer en Bolivia", revela María Fernández.

Para sacar adelante esto, tuvieron que asociarse y capacitarse en cosas que no dominaban, como lo administrativo y lo contable, además del tema de la distribución de sus creaciones.

En cuanto a las máquinas de tejer, una combinación entre lo ancestral y la modernidad, recibieron el apoyo de Indap, que les aprobó algunos recursos.

Faltaba el tema del nombre del emprendimiento y cerrar la cantidad de integrantes, que en total son siete.

Fue así que decidieron colocarse el nombre de Isi-Samka que significa "diseño único".

En esto han estado cerca de tres años y está próximo a finalizar el proyecto, pero ellas desean continuar por su cuenta a lo menos medio año más.

ASOMBROSO

En este trayecto, lo asombroso ha sido que han logrado en parte recuperarse de sus dolencias, como el caso de la misma María Fernández Yucra, la cual sufre de una artritis.

"Si bien esto nos ha ayudado en lo económico y en la salud, en la ciudad esta artesanía en lana de alpaca no es muy apreciada, ya que resulta algo caro, pero tenemos algunos contactos que nos llevan nuestros ponchos, bufandas y otras artesanías a Santiago", expresa la artesana.

Otro de los valiosos contactos que han establecido es con la creadora de "Alma Andina", Ada Rivas, la cual les aporta con los originales y hermosos diseños para sus prendas.

Sobre cómo lograron reunirse las siete mujeres para este proyecto, cuentan que cuando recibieron esta sugerencia de parte de Prodemu, se dieron a la tarea de llamar a las vecinas que tenían las mismas necesidades de contar con un sustento aprovechando sus propias capacidades y el ancestral trabajo en el telar andino.

"En mi caso, mi madre hilaba y muchas veces yo la veía haciendo cosas en lana de alpaca; fue así que andando el proyecto nos pasaron el vellón de los animalitos para luego comenzar a hilar, y al principio no nos salía perfecto", confidencia.

BENEFICIOS

Acerca de los beneficios económicos que este oficio le ha reportado a la agrupación, responde que "no es para vivir de esto, pero sí para generar recursos y de lograr contactarnos con otras personas fuera de Arica, podemos crecer más en nuestro emprendimiento".

Asimismo, de parte de las entidades como Prodemu e Indap, han recibido un apoyo que agradecen y destacan.

"Los sábados, por ejemplo, nos reunimos de 3 a 6 de la tarde con un contador que nos asesora, y así nos han enseñado a trabajar y emprender con el aporte, además, de las máquinas, con las cuales empezamos a crear primero los chales y gorros del alpaca", recuerdan.

Aparte de los beneficios económicos, la artesana María Fernández Yucra, reitera que con este emprendimiento se consigue el objetivo de mejorar la salud quebrantada de algunas de ellas.

"Con este oficio nos relajamos y vemos de otra forma la vida; de hecho cuando una deja cocinándose la comida, comienza también a tejer para hacer nuestras artesanías en lana de alpaca", resume.

En el fondo, con el proyecto que bautizaron como "Isi Samka", cumplen con dos objetivos, como son obtener algunos recursos económicos para su situación familiar y de salud, además de distraerse y mejorar el alma.

Junto con ello, el proyecto trae como consecuencia que este verdadero arte ancestral del telar andino en esta región no se vaya perdiendo y por el contrario siga siendo una alternativa para el sustento de las familias que habitan tanto la precordillera como, en este caso, los valles de la ciudad.

Así lo interpreta María Fernández, quien asegura que "este proyecto, también es bueno en el sentido que este trabajo de crear ropa en lana de alpaca se estaba perdiendo y ahora, en mi caso, tanto yo como mi hija, hemos creado este emprendimiento junto a las otras vecinas del sector". J