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Sentimientos marcados con tinta en lienzos de piel

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Si bien el arte del tatuaje aún es mirado con ojos de desprecio por los más tradicionalistas de la sociedad por considerarlo antiestético o porque simplemente no va con los cánones de belleza preestablecidos alrededor del mundo, existe un gran porcentaje de personas que sí aprecia lo que jóvenes como Ítalo desarrolla en su conocido taller "Insomnio Tattoo".

Este talentoso tatuador tiene 21 años; es nacido y criado en Arica, y haciendo una pausa ante los preparativos de un nuevo trabajo artístico en la piel de uno de sus amigos, nos cuenta cómo partió en la industria que le permite inmortalizar con tinta los pensamientos y sentimientos de las personas a través de la decoración de la piel.

"Yo llegué a tatuar más que nada por un azar del destino. Mi sueño siempre fue ser futbolista; de hecho, a los 16 años me inscribí en los cadetes del Club San Marcos de Arica, pero me retiré porque soy hiperlaxo, lo que no me permitió continuar en esa carrera", expresó.

Entre risas, Ítalo manifestó que "cuando me excluí del equipo recordé mis aptitudes para dibujar y ahí fue cuando un amigo, viendo los diseños y bocetos que hacía, me instó para que intentara convertirme en un artista corporal. A partir de entonces, dicté mis pasos a seguir y conversé del tema con la persona que me dio la vida y me crió: mi madre".

"De ahí en más, el único obstáculo que tenía que sobrellevar fue la condición de estudiar alguna carrera tradicional para, de esta manera, conseguir mi primera máquina tatuadora. Duré un mes en el instituto cuando tome la decisión de dedicarme a esto de por vida".

El artista local, detalló que "apenas cumplí los 18 años en 2011 pesqué mis cosas, compré unos pasajes en bus y partí a una convención de tatuajes en Iquique donde recibí el premio 'revelación' de la jornada. Lo cómico fue que quise participar sólo para saber dónde estaba parado; si iba a lograr algo con mis trabajos, ya que todo el mundo me tildó como el 'pendejo' del concurso y no me tenían fe. Pero bueno, la sorpresa fue inmensa y ese fue el puntapié inicial para lo que vendría después".

sociedad vs tatuajes

Aunque el arte del tatuaje y el 'body piercing' se ha convertido en un arraigo cultural entre las nuevas generaciones, el prejuicio sobre quienes los portan todavía no perece, por ejemplo, al momento de conseguir un trabajo.

"Pienso que las personas deberían aceptar a los demás por sus capacidades, y no por sus tatuajes y piercings cuando son entrevistados para optar a una 'pega'. He tenido la oportunidad de plasmar obras en profesionales que van desde médicos hasta funcionarios policiales, y creo que ya no junta ni pega lo de la sociedad mojigata en estos tiempos", señaló.

historias

Algunos de los consejos que entrega el tatuador para que la gente los considere antes de elegir un buen local, es "primero conocer las piezas del artista a través de su 'book'. Es preciso que se fijen en cómo trabajan y si los colores, sombras, líneas y contornos de la obra están bien logrados. Luego, deben visitar la tienda para ver si éste cumple con todas las condiciones necesarias de higiene. Finalmente, necesitarán darle un par de vueltas a la ilustración que querrán llevar para siempre, porque debemos entender que la tinta nos acompañará ahora y después de la muerte", indicó Causa.

cicatrización

Cuidar un tatuaje no es menor. "Hay muchas personas que en verano se acercan a la tienda para tatuarse y luego lucirlos en la playa. Pero es esencial tener ciertos cuidados para evitar infecciones o lesiones mayores. Dentro de estas recomendaciones, están el mantener el tatuaje tapado durante las primeras horas de haberlo hecho; lavarlo de vez en cuando con agua tibia y jabón neutro; usar una crema antibiótica como el ungüento dérmico para aliviar el dolor; no rascarse, y lo más importante, proteger la obra de los rayos del sol con un bloqueador factor 30. J