Cerca del mediodía del miércoles, en la comuna de Macul, se embarró el torneo. Julio Barroso, desde el Estadio Monumental, dijo que "el campeonato está raro". Y lanzó esto: "Los torneos no se compran, se ganan". Anunció: "No daré nombres". Y luego, entremedio de los murmullos, añadió: "Es raro que a partir de ahora a nosotros no tambaleen en cobrarnos penales, con otros equipos sí pasa". Describió rarezas como, por ejemplo, el que "a Colo Colo se le ha cambiado la programación". Deslizó, en fin, la presencia de mafias clandestinas.
Dicen, desde Colo Colo, que nadie suponía que Julio Barroso instalaría esa bomba en la sala de prensa. Pero, a la vez, en el club no coartan los pensamientos del plantel. "Es difícil controlar las declaraciones, sobre todo la de los jugadores que piensan un poco más" dijo un funcionario. Lo relevante es que Barroso, un pensador con magíster en polémicas, invocó de forma indirecta al legendario Señor del Maletín ¿Se están arreglando partidos en el fútbol chileno? ¿Acaso volvieron a aparecer los delincuentes encorbatados?
Un Azul saltón
Y, desde hace 24 horas, se instaló la tensión en el fútbol chileno. El árbitro del próximo partido de la U, Enrique Osses, un hombre siempre dispuesto a los medios, apagó su teléfono. Se tornó invisible. A su vez, los dirigentes de los clubes que pelean el campeonato, pasaron la tarde exaltados.
-¡No sé de qué mafias me habla!- gritó, hipertenso, Sabino Aguad, Gerente Técnico de la U.
-Tengo que hablarlo internamente con la gente del club. No puedo hablar por mí mismo.
De momento descarta que hombres elegantes, vestidos con abrigo y portando un maletín, se hayan acercado a la institución. No ha visto muecas cómplices entre jugadores y árbitros. No ha recibido ofertas ilegales. Opina que el fútbol está limpio y que el cuerpo de árbitros es intachable, claro, se equivocan, advierte, pero eso se debe a que son imperfectamente humanos.
-Mire, desde que ocurrió un incidente en el Banco Central (lo detalla; nos resulta incomprensible)…yo no pongo las manos al fuego por nadie.
-Le reitero, desde ese incidente…
Un Verde saltón
A Jorge Lafrenz, el apacible presidente de Wanderers, casi le dio un infarto. Levantó el teléfono a las 15 horas y se enfrentó a una neurosis. "Señor Jorge Lafrenz, ¿el torneo está arreglado?", dijimos. "¿¿¿Quéeeee???", gritó, helado. "Dicen que está comprado, señor Lafrenz", insistimos. "¿¿Pero usted está loco??", refutó. "Se lo digo frontalmente, ¿ha rondado el hombre del maletín por la sede?". "Pero pero pe pe...", tartamudeó. "El tema", aclaramos, "lo puso el jugador Julio Barroso". "¡Pregúntele a Julio Barroso entonces!", lanzó el presidente. "", y pusimos tono de detective. "Oiga", finalizó Jorge con una notoria falta de oxígeno, "por favor ponga esto: el fútbol chileno es transparente, yo trabajo con gente honesta y nuestros árbitros son buenos profesionales".
Al tribunal
El día terminó con la ANFP denunciando a Barroso ante el Tribunal de Disciplina por sus dichos. El directorio analizó las palabras del argentino y determinó que "podrían infringir disposiciones internas que rigen a todos los actores del fútbol profesional". Su futuro es incierto, pero en Colo Colo temen. Suponen que sólo dijo opiniones. Y jamás entregó un nombre. Y nunca dio señas claras del misterioso Hombre del Maletín. J