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Ariqueños visitaron a sus seres queridos en familia y con gran tranquilidad

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A las 8 de la mañana, los cementerios abrieron sus puertas para recibir a los miles de visitantes que asisten cada 1 de noviembre a ver a sus seres queridos.

Los deudos fueron llegando de a poco con ramos de flores en sus manos, en familia y, en algunas ocasiones, acompañados de bandas de bronce o simplemente de una guitarra para llevar una ofrenda musical a sus seres queridos junto con bebidas, cervezas y la comida favorita de los fallecidos.

El cementerio de San Miguel de Azapa se llenó de visitantes provenientes de distintas partes de la región que realizaron la tradicional ceremonia andina de visita a los muertos convirtiendo en una pequeña fiesta la visita familiar.

El calor, que llegó a los 22°, aunque la sensación térmica fue mucho mayor, fue un tema de preocupación para los visitantes, quienes asistieron llevando botellas de agua provistos de sombrillas y con bloqueador solar.

Aunque en las afueras de los cementerios municipales hubo durante todo el día una ambulancia para cualquier emergencia, además de agua en las piletas para hidratarse, en el cementerio de Arica una persona se desmayó cerca de las 2 de la tarde, ya que el calor fue muy fuerte, según informó Guillermo Ayca, sepulturero de este camposanto hace 27 años.

'Más allá de eso estuvo todo tranquilo. Sólo se desmayó una persona que fue llevada a la ambulancia de inmediato. Hubo agua durante todo el día y la misma cantidad de gente que en años anteriores', añadió el sepulturero.

Además de la ambulancia, hubo resguardo policial en las afueras de los principales cementerios de Arica con un operativo que se extendió durante toda la jornada de apertura de los camposantos, de las 8 de la mañana hasta las 19 horas.

Durante el día, los asistentes limpiaron y ordenaron los accesorios y arreglos florales de las tumbas de sus familiares y participaron de las 3 misas realizadas por la Diócesis de Arica en las afueras del Cementerio General.

Este fue el caso de la familia Luque Calle, una de las primeras en habitar Putre desde el año 1700, que asistió a ver a su fallecido abuelo.

Cuatro generaciones familiares asistieron al Cementerio Municipal de Arica a llevar flores al fallecido progenitor. Su hijo, Plácido Luque Medina, de 90 años, asistió acompañado de su esposa Epifanía Calle sus hijos y nietos.

'No todos alcanzamos a conocer al abuelo, porque falleció en 1966, pero siempre venimos al cementerio a dejarle flores, porque él fue un pilar muy importante en nuestra familia', comentó la señora Susana Luque Calle.

En la capilla Hijas de Santa Ana se encontraban las hermanas de la congregación orando por sus antecesoras que llegaron a Arica a fundar la congregación.

'Quisimos acompañar a nuestras hermanas que trabajaron con el doctor Juan Noé en la erradicación de la malaria para que ellas intercedan por nosotras, porque hoy (ayer) es el día de Todos Los Santos. Ellas fueron las primeras hermanas italianas en Arica. Vinimos a orar, alabar y dar gracias por todo lo que ellas hicieron en vida, además para que nos ayuden ya que también vamos en camino hacia allá', aseguró la hermana Albina Ramírez.

Otras de las asistentes al cementerio de Arica fueron las hermanas Aydee y Rebeca Feldman.

Ellas visitaron a sus padres Gregorio Feldman y María Isabel Véliz y a su hermano Rubén Feldman y cuñada Moly Suárez.

'Fue una tragedia que pasó el año pasado, porque nuestro hermano falleció en marzo y en septiembre falleció su esposa. Dejaron a 7 hijos. Estaban enfermos, mi hermano sufría de aneurisma y mi cuñada tenía cáncer. Fue muy terrible lo que ocurrió, por eso siempre los venimos a visitar. Nuestro hermano era presidente de la Línea 5 y está en el Mausoleo de los Taxibuseros', comentaron.

Las hermanas se reunieron con familiares de Antofagasta y prefirieron asistir pasadas las 18 horas para no tomar todo el calor de la mañana.

A las 19 horas, con el sonido de una campana, se cerraron las puertas de los cementerios.

En las afueras, el comercio ofrecía mote con huesillos para capear el calor, anticuchos, completos y helados además de las tradicionales flores que sirvieron como ofrenda de cariño para los seres queridos.

Para quienes no alcanzaron a asistir ayer, los cementerios municipales abrirán hoy nuevamente sus puertas en el mismo horario, de las 8 de la mañana hasta las 19 horas. J