Pareciera que fui pitoniso, primero que nada escribí el artículo de los Patos Yecos, en las que comente que nuevamente invadirían las plazas y demases, siendo que habían publicado tiempo atrás que prácticamente estaban erradicados, luego comente el tema de los ciclistas y su Nula respuesta a Señales de tránsito e imprudencia al conducir estos débiles vehículos.

En su diario salieron a las semanas justamente publicados temas de la invasión de Patos Yecos y también de la imprudencia de los ciclistas, justo en el Clavo en mis comentarios

Falta ahora que salga una publicación que también comente de lo mal empleador que es el Estado, teniendo a gente a honorarios cumpliendo horarios y bajo dependencia de una Jefatura y Contratas sin derecho a Indemnización...

Gonzalo Castillo

Lo justo es justo… al parecer quedaron atrás los tiempos en que los choferes de la locomoción colectiva y taxis se destacaban por malos tratos a los pasajeros. En Iquique un taxista detiene y se baja de su auto para ayudar a calmar a un niño autista y en Concepción-Penco un chofer detiene su micro y le da su asiento a una mujer con una guagua en los brazos. Ojalá se multipliquen en todo Chile estos buenos gestos, nunca olvidar que… "se debe respetar para ser respetado", esto vale para conductores y pasajeros...

Luis Soler Milla

Los patos yecos llegaron ya, y no llegaron bailando chachachá. Regresaron porque es primavera y deben reproducirse. Entonces, se reúnen en colonias, construyen sus nidos con ramas secas, si las encuentran, en árboles (palmeras) cercanos a la costa y protegidos del viento. Autoridades ariqueñas , electas, designadas, apitutadas, etc., por favor, aviven el seso y despierten, ¡ahora ya¡, manguereen las palmeras, bancos, estatua de Vicuña Mackena, locomotora, etc. por algunos días o noches, hasta que los yecos se aburran y busquen otro lugar de nidificación.

Benjamín Sierra