La diva del Bim Bam Bum
La gran Maggie Lay, última reina del Bim Bam Bum vendrá a Arica para ser jurado en el concurso Miss Cabaret Burlesque, donde ya hay cerca de 8 candidatas inscritas.
La gran Maggie Lay, última reina del Bim Bam Bum vendrá a Arica para ser jurado en el concurso Miss Cabaret Burlesque, donde ya hay cerca de 8 candidatas inscritas.
Ya han pasado casi dos años y las propagandas de Evelyn Matthei siguen como si nada por Blanco Encalada y avenida Santa María. Su slogan Sí se puede al parecer no se condice con el retiro de los afiches.
Once mil turistas se espera que lleguen a Arica junto a los cruceros que recalarán durante la temporada que se inicia esta semana. Parece una cifra interesante, pero la estadística en sí misma no tiene significado alguno, mientras la ciudad no sea capaz de capitalizar dichas visitas. A simple vista, parece una gran oportunidad.
Sin embargo, no se trata de una novedad para la zona. De hecho, muchos recuerdan tiempos en que llegaban muchos más cruceros, transportando un número también mayor de turistas, quienes arribaban aprovechando alternativas que de hecho, hoy Arica no tiene.
Una mirada pragmática y crítica respecto a la recalada de cruceros permite poner en la balanza cuáles son los beneficios concretos para la ciudad, considerando, eso sí, la oferta que la ciudad dispone también para los visitantes.
En este sentido, es fundamental que Arica tenga una oferta exclusiva, diferenciadora, pertinente y oportuna para quienes nos visitan, muchas veces de manera fugaz. Es bien sabido que los pasajeros en un crucero, tienen todo lo que necesitan -y más- incluido en sus viajes. En otras palabras, difícilmente un pasajero en uno de estos hoteles flotantes bajará a tomarse un café o comer algo que puede encontrar en su nave.
En otras palabras, se debe reconocer que no existe una 'obligación' de los cruceros y sus pasajeros, de dejar miles de dólares en la zona, si no existe la capacidad de ofrecer atractivos propios, distintos y únicos. Probablemente esa sea la primera base respecto a la cual trabajar como ciudad. El comercio y los servicios relacionados con el turismo deben detectar cómo adaptarse a las necesidades tan especiales y específicas que pueden tener estos visitantes.
Si esto no ocurre, lamentablemente nuestra región puede transformarse sólo en una detención breve e insignificante, un contrasentido para una ciudad y una zona con tanto para mostrar.
Nuevamente, la creatividad y la convicción son las claves.
Llegó el momento.
Arica está ad portas de, por fin, lograr reencontrar a Arica con su costa, esto tras confirmarse la realización del estudio con una inversión de 1.258 millones para trasladar el puerto hacia la zona norte de la ciudad (en las cercanías del aeropuerto Chacalluta), algo que parece inevitable seguir postergando debido al aumento sostenido de cargas desde y hacia el puerto, lo que está vinculado a un mayor riesgo por la cantidad de contenedores.
Lo anterior queda refrendado en el texto de 'Plan Especial de Zonas Extremas', desarrollado por el Gobierno Regional en el 2014, donde se explica que desde el 2004 la demanda de carga en el puerto de Arica pasó de 1.092.597 toneladas a 3.022.568 toneladas el 2013, con un incremento del 177%.
A lo anterior, se suma que a junio de este año se han movilizado 1,4 millones de toneladas, volumen un 11% mayor al registrado en igual periodo del 2013. En lo que respecta al mercado boliviano hasta el mes 6 del año en curso las exportaciones e importaciones bolivianas han crecido un 9% y un 27%, respectivamente; siendo el puerto de Arica el que mueve más de 80% de las cargas del país altiplánico.
Además, se tiene la certeza que el tránsito portuario continuará al alza, demanda que crecería en un 50% en los próximos 5 años, duplicándose en 10 años y triplicándose en 20 años. Llegando a un nivel cercano a las 10 millones de toneladas anuales en el 2035. Movimiento que pasaría por el centro de la ciudad, a menos que el puerto migre al norte como está previsto.
Por todo lo antes expuesto, y de continuar con la programación planteada a fines del 2018 tendríamos los resultados del estudio y a inicios de la próxima década se podría contar con el nuevo puerto en funcionamiento, lo que implicará un paso gigantesco para el desarrollo de toda la región, dando respuesta a una necesidad que ya no puede esperar más.
Los patos yecos han regresado y su retorno ya parece la segunda parte de una película de terror. Esperemos que, al igual que en el séptimo arte, este regreso no supere a la primera parte,
y sea sólo una amenaza.