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Cubos en Arica: la refrescante tradición que se niega a morir

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Cuando niños era el manjar de dioses que aplacaba la sed con sus distinguidos sabores frutales después de jugar una pichanga o terminarse las fichas con los amigos en los casi extintos flippers de Arica. Pero los años, en vez de sepultarlo como un viejo recuerdo noventero, se niegan a abandonar a nuestro bien ponderado amigo de mil y un veranos: el "cubo".

En la actualidad, sigue siendo el compañero indiscutido del periodo estival y la opción más económica a la hora de combatir el calor, y que se abre paso con sus singulares características por emblemáticas calles y pasajes de la ciudad.

Más de dos años ha dedicado Lisset López a la fabricación artesanal de cubos desde su hogar situado en calle Isla Quiriquina 972, en población 11 de Septiembre. Para esta emprendedora de 31 años los niños de su sector juegan un rol fundamental. "Los escolares de educación básica apenas salen del colegio vienen y hacen fila para comprar cubos de helados, lo cual es muy bueno, porque consiste en un ingreso extra para mi familia, con el que además nos podemos dar algún gusto", expresó la joven.

La familia Lastra, propietaria de la empresa particular de cubos "Lily", se ubica en la intersección de calles Maipú con General Velásquez, y es un claro ejemplo de sacrificio y tradición por la elaboración de estos helados caseros.

"Llevamos seis años dentro del rubro y trabajando en el mismo lugar. Por 500 pesos las personas pueden disfrutar de nuestro producto 100 por ciento natural con sabores de agua y leche", señaló Miguel Lastra, dueño del negocio.

Emplazado en 21 de Mayo 798 se encuentra otro de los reconocidos locales ariqueños que se dedican a la producción de este tradicional refresco: nos referimos a la heladería del "Turko".

Pero quien está a cargo de la elaboración de los cubos hace siete años es Rosita Cieza, originaria de la ciudad de Lima.

Cieza nos cuenta que de los clásicos sabores de agua que en un comienzo tenían en la tienda, "pasamos a jugárnosla por crear algo nuevo, mezclar sabores que antiguamente nadie había probado en los cubos".

"Por $200 la gente puede tomarse desde un 'laguna azul' que lleva vainilla con caramelo y leche entera hasta el cubo de manjar; algunos de los más preferidos por nuestros clientes", manifestó alegre la empresaria. Cubos, entonces, hay para rato. J