Basura en el río San José
La ciudad de Arica comenzó a desarrollarse en forma natural a partir de los faldeos del Morro y el puerto y paulatinamente fue creciendo hacia el norte y el Valle de Azapa.
Así, por muchos años el río San José fue una presencia lejana, ajena a la vida urbana, asociada más bien a las pequeñas parcelas de La Chimba.
Pero a mediados del siglo pasado, la expansión de la ciudad alcanzó las riberas del río y luego las sobrepasó, dejándolo encerrado al interior de la urbe.
Desde entonces, el San José se ha convertido en una suerte de presencia incómoda, de mal necesario, una especie de cicatriz en el rostro de Arica, que sirve como punto de referencia, pero, principalmente, como cómodo vertedero para muchos habitantes de los alrededores.
Así lo comprobó La Estrella esta semana, en una visita en la que se encontró con sectores del lecho del río repletos de basura y no sólo de papeles y envases de productos de consumo habitual, como habría sido dable esperar. Entre los elementos ahí hallados había muebles y hasta una camioneta, lo que revela que no se trata solo del tipo de descuido en que un transeúnte apurado deja caer un envoltorio. Hay indicios claros de acciones premeditadas para deshacerse de objetos indeseados arrojándolos allí. Como agravante, es dable recordar que este año voluntarios ya han realizado varios operativos de limpieza en el cauce seco.
La situación se repite año tras año, seguida en cada oportunidad por llamados a que la población tome conciencia del daño que se puede producir si una "bajada" del río arrastra todos esos materiales a la Playa Chinchorro.
Así las cosas, parece que las advertencias y consejos no surten el efecto esperado. Tal vez se requiere un enfoque más radical.
Se necesitan ideas para incorporar el San José como un activo útil para la ciudad y sus habitantes.
Distinto sería el panorama si estuviera bordeado de parques, en los que la comunidad pudiera ocupar sus ratos de ocio, o si aprovechando la forma cóncava del lecho se habilitara allí un skate park. Entonces habría un mayor incentivo para cuidarlo.