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El sacrificio de los fieles que regresan cada año a saludar a la Virgen de las Peñas

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Este fin de semana se celebra la fiesta de la Virgen de las Peñas, ocasión en la que muchas familias de Chile, Perú y Bolivia se embarcan desde el paradero de Diego Portales hasta el km 66 del Valle de Azapa, donde se encuentra el paradero de Chamarcusiña, lugar hasta donde llegan los taxibuses a dejar a los fieles para que continúen a pie el resto del recorrido que tiene 17 kilómetros hasta el Santuario de Livilcar. Esta caminata dura alrededor de 3 a 4 horas, entre ríos y caminos pedregosos.

Este año se observó un aumento de visitantes y fieles que acudieron en masa a saludar a la virgen y muchos de ellos acamparon en Livilcar.

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"Voy a las Peñas con fe porque para mí es una emoción muy grande saludar a la virgen que en el fondo es una. Y solo los nombres cambian de acuerdo al lugar donde aparecen", aseguró. J