Wilmer Choque y Verónica Limarí todavía no lograban explicarse como lo que empezó como un inocente dolor estomacal en su hijo de 9 meses, finalmente terminó con la muerte del menor y primogénito de ambos, de nacionalidad boliviana.
La versión preliminar dice que la tarde del lunes, y luego de un cuadro diarreico de dos días, el matrimonio extranjero trasladó a su hijo desde el kilómetro 28 de Azapa (lugar donde viven) hasta la posta rural de Sobraya, donde el paramédico de turno, al percatarse de que el asunto era grave, les recomendó derivar al pequeño Wilmer hasta el Hospital Doctor Juan Noé.
Tras esto, la propia pareja dijo que en la urgencia del hospital no habrían atendido al menor, porque les cobraron 30 mil pesos que ellos no tenían.
Luego de lo anterior, los mismos padres declararon que el menor nuevamente había sido trasladado hasta la posta rural de Sobraya y luego hasta el centro asistencial de San Miguel, donde a las 6.30 horas de ayer, ingresó sin vida.
Para esclarecer todo, Carabineros del Retén Azapa concurrió al recinto médico, aunque por orden de la Fiscalía, la Brigada de Homicidios (BH) arribó al lugar para investigar las razones de la muerte del lactante.
"Lo primero que logramos descartar fue la participación de terceras personas en el fallecimiento del menor, que era uno de los temas primordiales. Ahora la causa de muerte deberá ser determinada por la autopsia, aunque preliminarmente determinamos que podría haber sido una deshidratación por el cuadro diarreico de un par de días que mantenía el menor", explicó desde la BH, la subcomisario Rosa Otárola.
Luego de la muerte del lactante, Jaime Tapia, encargado de la Delegación Azapa, dijo que ya se gestiona apoyo a la familia boliviana, como la sepultura del menor, ya que ambos viven como allegados e ingresaron a Chile el pasado sábado. J