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"Ví gente que amasaba caca de vaca igual que el pan"

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Fue un viaje por Los Pirineos franceses, en medio de una de sus tantos viajes como amante del deporte aventura y nueve meses de meditación fue lo que necesitó Ignacio Dean Mouliaá como fuente de inspiración para decir "ostia, lo hago".

Nacido hace 34 años en la ciudad española de Málaga, el joven aventurero quiso ir más allá, y proponerse un desafío: recorrer a pie los cinco continentes en cinco años, tiempo que a esta altura, ya tiene de sobra, puesto que la hazaña partió hace un año y medio y ya ha caminado por Europa, Asia, Oceanía y ahora América.

Ingresó a Chile por Santiago hace ya varios días, y a Arica a mitad de la semana pasada, luego de recorrer norte grande y norte chico, con las variaciones climáticas y geográficas que la franja larga y angosta presenta.

"Con Arica, llevo 21 mil kilómetros recorridos a pie y ¡vaya que he recorrido!", explica Ignacio tras abrir las puertas de la casa donde aloja, la misma de la familia de Guillermo Abraham Acuña Medina, el fallecido hijo ilustre de Arica, quien fuera artíficie de la instalación de Cristo de la Paz sobre el Morro.

"Pues claro que conocí el Morro. Es un emblema de la ciudad", sigue.

"Si bien Arica es la puerta norte de Chile, yo me despido acá de este hermoso y sorprendente país, ya que mi desafío sigue y ahora debo recorrer Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, México y Estados Unidos, y de ahí a África.

- Si, me pilló en Iquique. Me tocó bailar cueca y hasta tomar chicha en cacho.

- No, o sea lo normal, porque a una persona que hace deportes, como yo, le cuesta mucho más recuperarse de una resaca.

- Como te dije, es un país con una variación climática y geográfica marcada. De Bahía Inglesa para acá hacía mucho frío, pero también mucho calor.

- Por supuesto. Pasé por temperaturas alta y también bajas. Ahora si es por decir que las he pasado todas, creo que aún me falta. Si bien hay lugares donde estuve a 10 metros de un rinoceronte, otros en que las serpientes venenosas me miraban como si fuera su desayuno, creo que me toca uno de los lugares más complejos por conocer, que es África.

- Porque si te fijas, esto es como un desafío, entonces en los desafíos siempre la etapa más difícil es la final. Creo que será una linda meta saber que recorrí África y llegué a una meta que si bien es peligrosa, también el logro se hace más grande.

- Mira, creo que entre dormir cerca de los dingos en medio de un bosque y ver culturas ancestrales, igual me impactaron cosas, como en Asia, donde ví gente que amasaba caca de vacas, igual que el pan para crear esculturas o hasta para alimento.

- En cuanto a ropa, traigo lo mínimo, porque a medida que llego a un país, y si me hace falta, compro. Ando con un carro de 70 kilos, porque no pueden ser más si voy a recorrer a pie un sector, pero éste cuenta con una tienda de campaña, un saco de dormir, una colchoneta, un computador conde actualizo mi página (earthwidewalk.org) y un botiquín donde tengo desde una venda hasta antidotos incluso por si me muerde una serpiente.

- Obvio, pero creo que salí de ella por un desafío y espero cumplirlo y llegar con el honor de haberlo logrado. Mira, después de tanto recorrer y estar tan lejos de tu país natal, te das cuenta que ni siquiera volver a casa es tan simple. J