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La emprendedora de las mermeladas ancestrales

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L a tía Ana María, como cariñosamente la llaman sus clientes, ha llevado los sabores regionales a distintas partes del país.

Su plus radica en que los frutos que ocupa para hacer sus mermeladas son cultivados en su propio huerto, ubicado en el Valle de Tímar, con agua de vertiente, sin pesticidas y con el cariño de una mujer orgullosa de su tradición aymara.

Ana María Tapia (68) dedicó 45 años de su vida a la educación. Trabajó como educadora en diversos jardines infantiles de Junji como el Tevito, Capullito, Rabito, Campanita, Las Parinitas y otros centros educacionales. Asegura orgullosa que le enseñó a leer y escribir a miles de niños. Fue una de las primeras educadoras que les enseñaba todo cantando.

Pero el gran sueño de Ana María era juntar dinero para su jubilación y volver al valle donde nació. Y así lo hizo.

El dinero que recibió lo invirtió en cerrar su predio y dedicarse de lleno a la venta de sus frutas y verduras cultivadas por ella.

En un principio sólo se dedicaba a esto, pero se dio cuenta que el sacrificio era mucho y la ganancia poca.

De la quebrada (donde tenía sus productos) al pueblo de Tímar, tenía que caminar 5 kilómetros, ya que no posee animales. El cajón lo vendía en 3 mil pesos.

Un día agotada por tanto sacrificio que tenía que hacer, se sentó en la gruta de la Virgen en el Agro, se puso a orar y hasta lloró. De pronto se le vino una idea en la cabeza, recordó a su madre y sus ricas mermeladas. Ahí comenzó su desafío. Se iba a dedicar al negocio de las mermeladas, los néctar y los deshidratados de carne.

'Esto lo hago para seguir con la labor que no pudieron terminar mis padres. Además es algo que me llena de satisfacción, ya que en cada detalle recuerdo las enseñanzas de mi madre. Ella era una mujer muy especial', asegura Ana María.

Así fue como inició su emprendimiento, que ahora es uno de los más requeridos de la región por sus sabores gourmet. La tía Ana María mezcló el locoto con la maracuyá y la alcayota con nueces. Con estos productos se hizo famosa a nivel nacional y ha sido invitada a participar en la feria Gastronómica Ñam de Santiago, a Argentina y el pasado fin de semana recibió un premio como mujer emprendedora en la capital.

Sus productos los vende en servicios públicos y también a través de su página de Facebook 'Mermeladas Artesanales Tía Ana María'.

Otros de sus sabores de mermeladas son la frutilla, el mango, la guayaba, el tumbo y el membrillo. También cultiva la caigua, zanahorias, naranjas y hierbas que vende en Arica cada vez que viene, que son alrededor de 3 días a la semana.

Ana María Tapia además canta en aymara y otro de sus sueños es sacar un disco con temas tradicionales y publicar la historia de su familia, en especial de su madre, a quien le debe todas las enseñanzas de la vida y de la rica cocina ancestral. J