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Un 38% aumentó el decomiso de armas en manos de delincuentes

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Fines de mayo y en medio de un operativo, en el cual cinco sujetos venían persiguiendo a otros desde una disco de Azapa, Carabineros intercepta a los sospechosos en la subida al sector de Cerro Chuño. Personal de la Tercera Comisaría los acorrala y justo cuando proceden a la detención, uno de los delincuentes saca una escopeta hechiza, desde la cual unos 15 proyectiles se alojan en el cuerpo de un sargento primero de esa unidad.

El anterior es uno de los tantos procedimientos con incautación de arma incluido, registrado en lo que va el año, sumando un total de 33 hasta el jueves último, o sea 9 más que en 2013, lo que aparte de dejar al descubierto que cada vez aumentan el número de antisociales sorprendidos con armamento, al mismo tiempo da cuenta el aún más estricto trabajo de Carabineros con el propósito de sacar de circulación este peligro.

De acuerdo a estadísticas entregadas por la Sección OS-11, autoridad fiscalizadora de Control de Armas y Explosivos de Carabineros en la zona, del total de armas decomisadas, 14 son de tipo convencional, 13 son de fogueo y 6 hechizas.

Para entender, se desprende que las primeras se tratan del revólver, la escopeta o hasta las del uso estatal para las policías o hasta la UZI y ametralladoras para el Ejército. En tanto las de fogueo son las más inofensivas, creadas de una aleación entre el polímero y el metal blando sin salida de proyectil por su cañón obstruido, lo que aumenta el riesgo en quien las manipula. Y finalmente las hechizas, creadas de manera artesanal, en base a tubos metálicos, clavos y hasta tuercas.

Cabe señalar cada cierto tiempo y una vez recolectado un número equis de armamento, un vehículo de la institución se encarga de trasladar todo hasta la capital para su posterior fundición, a excepción de las armas de fogueo, a no ser de que su cañón haya sido modificado.

Los números en la región también revelan que en cuanto a la entrega voluntaria de armas, en total son 30 las que hasta ahora cifran, mucho menor cantidad que las 51 registradas el año pasado.

En base a esto, personal policial ha programado campañas para la entrega voluntaria de armas y así evitar su mal uso, robo o hasta un accidente casero.

Por lo mismo el general Alberto Etcheberry Baquedano, jefe de zona de Carabineros, responde algunas interrogantes de acuerdo a qué hacer si un civil quiere entregar voluntariamente un arma. Esto, de acuerdo a la interrogante de varios quienes no aceptan este proceso, sólo por pensar que puedan ser detenidos por porte ilegal de arma camino a la comisaría.

'Es un tema que da para interpretar situaciones. Imagínate que te sorprendan con un arma en el vehículo, y al ser fiscalizado por Carabineros, argumentes que justo te dirigías a la unidad policial para la entrega voluntaria de la misma', explica.

En todo caso el propio general Etcheberry le da respuesta a la interrogante.

'Por todo lo anterior, desde hace un tiempo se decidió que cualquier persona que quiera hacer entrega de su arma, lo podía hacer llamando al cuadrante e informar la situación. El cuadrante llega hasta el inmueble, se levanta un acta con datos como marca, calibre, número de serie, cartuchería, y los propios funcionarios la derivan hasta la autoridad fiscalizadora. Todo esto para evitar una posible detención en el transcurso desde la casa a la comisaría', agrega.

Si bien parece más mito que realidad, sí es cierto que hace algunos años, las iglesias eran uno de los principales centros de entrega voluntaria de arma. Sí, la iglesia. Aunque esto ya se eliminó hace dos años.

'Fue una campaña que apuntó al incremento en la posesión de armas en los delincuentes y al mismo tiempo el incentivar a que las entregaran en lugares donde no hubiese presencia policial, ya que muchos quienes mantenían armas en su poder, o tenían antecedentes policiales o el arma que entregaban era robada o tenía su número serial borrado, lo que igualmente implica un delito', continúa el general Etcheberry.

' Creemos que en realidad esto ayudó a sacar varios dispositivo de circulación, pero también nos dimos cuenta que igualmente quienes las recepcionaban, no tenían mucho conocimiento en la manipulación de armamento, lo que podría haber causado algún accidente', agrega. J