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El joven ariqueño que se abre paso en el fútbol profesional y sueña con ser director técnico

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No es un misterio que hacerse un camino en el fútbol es complicado, sobre todo si no ha estado ligado a la disciplina desde muy temprana edad. Para ser técnico, pareciera que es requisito previo haber sido jugador profesional, o eso es lo que se ve en el medio local.

Es por eso que cuando comienza a formar carrera en equipos profesionales un chico que recién camina en el balompié es de aplaudir, aún más cuando es ariqueño.

Este es el caso del joven Richard Olivares Muñoz, de tan sólo 26 años. El profesor de educación física ha tenido suerte en la vida y hoy se encuentra escalando poco a poco en las líneas técnicas del club Santiago Wanderers.

'Hace dos meses que estoy aquí (en Wanderers), he tenido cuatro experiencias en el fútbol profesional, esta es la cuarta', relató el ex alumno de la Universidad de Tarapacá. Actualmente, Richard desempeña el cargo de ayudante en el área técnica de divisiones inferiores del cuatro 'caturro', y preparador físico de la sub 19, siendo cercano al mítico Héctor Robles.

'Cuando estuve en cuarto año de mi carrera, el profesor Carlos Lagos, encargado del área de fútbol de la universidad, me dijo que por qué no iba a probar suerte a San Marcos como ayudante. Fui cuando estaba el profe (Luis) Marcoleta, hicimos pretemporada y luego volví a los estudios. Esa fue mi primera experiencia en lo profesional', confiesa el joven ariqueño.

De ahí en más, Richard decide gastar sus siguientes vacaciones aprendiendo más sobre el deporte rey. Es así como al año siguiente decide emprender viaje hasta Cobreloa, lugar donde trabaja junto a Marco Antonio Figueroa. Casi medio año estuvo en el elenco naranja, lugar donde tejió las redes para viajar hoy a Valparaíso.

'En Cobreloa estaba el jefe técnico Jhon Armijo, quien fue ayudante de Bonnini cuando Bielsa estaba en la selección. Esta misma persona, quien hoy es jefe técnico en Wanderers, me ayudó a llegar a este equipo', señala.

- Ha sido maravilloso, el ambiente, las personas, todo. Es compartir el camarín con gente de la talla de Moisés Villarroel, técnico de una división, con Héctor Robles, en fin. La experiencia ha sido espectacular. Afortunadamente hay opciones de subir al primer equipo, por el trabajo que uno hace regularmente.

El muchacho sueña con ser parte algún día en un cuerpo técnico adulto, estar en cancha ante miles de personas y disputar cosas importantes de la mano de once jugadores. Para Richard, el hacer carrera en este deporte es algo muy difícil, sobre todo si eres de región.

'En Arica es muy difícil, porque hemos trabajado en distintas divisiones inferiores y las oportunidades a nivel profesional allá son escasas. Míralo del lado de los mismos futbolistas, son poco tomados en cuenta. La cantera es la que a nosotros nos refuerza y la que nos va a representar. El hecho de que no le den importancia o prioridad a los niños, quienes son el futuro, en el primer equipo, una vez que cumplen su etapa en cadetes deben pasar al fútbol amateur. Se desperdician muchos talentos sin tener estos oportunidades'.

Caso muy distinto a lo que ocurre en Wanderers, cuna formadora de grandes jugadores en el último tiempo y una de las canteras más ricas del fútbol nacional.

'Es mucha la importancia que se les da acá a los niños, suben de tres a cinco chicos a las adultas y no sólo de la sub 19, niños del sub 17 de la 15 también tienen chance'.

- Hay la posibilidad de enseñar el próximo año el título de entrenador. Espero que las cosas salgan bien, iremos sumando poco a poco. J