En los últimos dos partidos de Copa Chile a San Marcos de Arica le convirtieron 8 goles, ambas derrotas fueron en la Segunda Región. Ayer perdió por 4-0.

Si el cuadro ariqueño no hubiera clasificado a la siguiente fase del certamen nacional, de seguro que todos los hinchas estarían pidiendo explicaciones a los dirigentes y cuerpo técnico del club Celeste.

Pero los ariqueños se dieron el lujo de jugar sus últimos compromisos por Copa Chile con un combinado entre titulares y juveniles debido a que los dirigidos por Fernando Díaz ya tenían el trabajo hecho con tres fechas de anticipación a que finalizara la primera fase del torneo.

Los Bravos comprometieron su participación a la siguiente fase de la Copa Chile en los últimos días del mes de julio cuando ganaron a Iquique por 3 goles a 0 en el estadio Carlos Dittborn.

Ese día quedaría marcado por los goles convertidos por las nuevas contrataciones Celestes, Emilio Rentería y Leonardo Ramos, y por el volante que siempre tiene algo que decir en la cancha, Renato González.

Razón suficiente del técnico para haber decidido enfrentar los tres últimos partidos con un combinado que sólo sumó un punto, y que se comió 8 goles en sus duelos de visita.

Lo bueno es que San Marcos no arriesgó a jugadores del plantel oficial que tienen al club en el medio de la tabla del Campeonato Nacional de Primera División.

Además el técnico ariqueño destacó que solo porque San Marcos está clasificado se tomó la determinación de enviar a un equipo mixto a definir la etapa clasificatoria de la Copa Chile.

Ahora en los próximos duelos de uno de los torneos más desorganizados del fútbol profesional chileno, el 'Nano' los enfrentará con el plantel titular. Y los 8 goles que se comieron en dos partidos le sirvieron para establecer qué falta en el plantel. J