En el listado de los 18 chilenos que juegan en el extranjero, hubo 16 nombres razonables, una sorpresa chica y un enigma enorme. No produjo sorpresa la ausencia de Valdivia, que se retiró, o la de Fernández, que está volviendo. Están casi los mismos mundialistas de Brasil, con Albornoz incluido, más la pequeña sorpresa del volante del Atlas, Rodrigo Millar, que ya había estado estuvo a punto de ir al Mundial, y la enigmática incorporación del joven Rodríguez. Francisco Rodríguez, 19 años, hijo de un español y de una viñamarina, volante del Zurich FC y quien jamás ha pisado territorio chileno.
Lo primero que se sabe de Francisco es que, como si fuera parte del grupo de rock, es parte de Los Rodríguez. Los Rodríguez es una banda de tres hermanos futbolistas nacidos en Suiza. Ricardo, el mayor, juega como lateral en el Wolfsburg de Alemania, se hizo famoso al lucir velocidad y mucho pelo por la selección suiza en el Mundial. Roberto, el segundo, 23 años, centrocampista, pertenece al Saint Gallen. Y el menor, Francisco, jugando de mediocampista creativo lleva cinco partidos en la primera división suiza. Firmó su primer contrato profesional el 6 de junio y metió un gol hace dos semanas.
Dicen que el primero en notar su categoría fue Hugo Tocalli. El argentino avisó que a Rodríguez lo tenía vigilado. Se pensó que se sumaría a la sub 20, pero, dado que Valdivia rescindió su patriotismo, la Roja estaba urgida de habilidad nueva. Sampaoli no titubeó: Rodríguez, reciente profesional de la liga suiza, volante con serios problemas para hablar español pero que es fanático de las empanadas, es su última apuesta.
Hace dos años, cuando figuraba como promesa, Rodríguez dio una entrevista pionera y dijo seriamente: 'Sueño jugar junto con mis hermanos, Los Rodríguez'. Después, en otra entrevista (ha dado dos entrevistas en toda su trayectoria), definió su estilo de juego: 'Soy una mezcla de Valdivia y Vidal'. Magia y vigor, en resumidas cuentas, lo que sueña todo entrenador.
Rodríguez -que hizo las inferiores en el FC Schwamendingen, un equipo cuyo mayor mérito es que está plagado de consonantes- jugó cinco partidos de titular en el Zurich. Debutó frente al Grasshopper y dio un pase gol, ahí, en el Letzigrund Stadium, con diez mil suizos en las tribunas.
Lo cierto es que la Roja no quiso equivocarse otra vez con Los Rodríguez. J