La peor astilla es del mismo palo
El ex jugador de San Marcos, Paco Ibáñez, convirtió el único gol del partido a favor de Barnechea y como si fuera poco en la banca estaba Orlando Mondaca que dirigió a la celeste el 2008 en Primera B.
El ex jugador de San Marcos, Paco Ibáñez, convirtió el único gol del partido a favor de Barnechea y como si fuera poco en la banca estaba Orlando Mondaca que dirigió a la celeste el 2008 en Primera B.
'Una vez que estén las indicaciones, el debate tributario debería cerrarse', dijo hace unos días el presidente de la Confederación de Producción y Comercio (CPC), Andrés Santa Cruz ante la prensa.
Se subentiende que el líder empresarial aludió a esta suerte de problemas que presenta la economía nacional, que durante los meses recientes presenta signos de aletargamiento, manifestadas en mayor desempleo, menor crecimiento y caída de la inversión. Pero vayamos a las cifras. El último Imacec de junio creció un 0,8%, lejos de la expectativa de 2% que estaba cifrada. El desempleo nacional aumentó de 6,3% a 6,5%, lo que es tradicional para esta época del año, pero rompiendo una tendencia incremental. Algo que está en sintonía con lo que hace algunas ediciones expusimos en esta sección.
El economista Sebastián Edwards comentó recientemente que los factores que explican esta posible coyuntura se relacionan tanto con el fin del 'súper ciclo' de los commodities -cobre incluido-, la lenta recuperación de los principales mercados mundiales y también las incertidumbres creadas por la reforma tributaria y su real impacto en personas y empresas.
En cualquier economía, el cambio a las reglas del juego trae aparejada un momento de silencio o inmovilismo a la espera de lo que vendrá. Si no sabe cuánto recibirá de remuneración el próximo mes, resulta evidente que tomará decisiones para enfrentar un escenario que puede ser crítico.
En tal sentido, era fundamental que el gobierno convenciera y explicara que las reformas son necesarias, a fin de generar la menor fricción posible. El consenso es el bálsamo sobre el que se desenvuelven los elementos, cuestión que ha fallado, y a ratos, de forma grosera. Chile enfrenta un escenario económico distinto y conscientes que hay procesos que cumplir, en particular con la educación, sigue al debe la consecución de un gran acuerdo que nos lleva a impulsar reformas de gran calado. El tema es que eso, primero exige diálogo y no meras declaraciones y eslóganes.
Los mercaderes de la muerte mantienen floreciente su multimillonario negocio. Un negocio que exhala destrucción y sangre de todas las tonalidades chorreando por entre sus verdes billetes, por entre los sacos y las rumas de monedas que van acumulando jornada a jornada, año a año, siglo a siglo.
Los mercaderes de la guerra. Aquellos que mantienen agentes camuflados en todas las latitudes del orbe, mezclados con la gente pacífica, de buena voluntad. Aquellos que ofrecen tentadores sus sanguinolentos armamentos que escupen balas, morteros, granadas, minas, bombas, y que se apegan al oído y al negro corazón de los dictadores de turno o de los dictadorcillos que, por el complejo de su estatura, pretenden ser más grandes que aquellos que ya quedaron registrados en las páginas más tenebrosas de la historia.
Los asesinos mercaderes de la fatalidad, de la bestialidad, siguen regocijados y celebrando tanta estupidez humana que les permite seguir contando oro en sus abarrotadas arcas. Ahora están celebrando en la Franja de Gaza, en territorios africanos y en Ucrania, la pobre y abandonada región de la Europa Central. Los mismos mercaderes que destruyeron Hiroshima y Nagasaki en 1945, entre toda la barbarie de la segunda guerra mundial, amén del holocausto de Europa en la Primera Gran Guerra de hace cien años.
Esos mercaderes, mensajeros del Averno, no se conforman únicamente con las grandes empresas, llevando a la guerra a las naciones; no, también hacen sus clientes a los pequeños grupos de terroristas urbanos, locales, que llevan el terror doméstico en bombas menores para sembrar el terror en los bancos, en las calles, en las poblaciones e incluso en los jardines infantiles.
¿Cuándo llegará el día en que los hombres de buena voluntad eliminen definitivamente, esa lacra, ese negocio con que se enriquecen los desalmados?
Sorprendida quedó Francini cuando funcionarios de la municipalidad le pidieron una fotografía que acreditaba que su cheque fue entregado. Ella, incrédula pero de buen humor, cumplió la normativa.
Durante la ceremonia del Día del Minero carabineros y dirigentes se peleaban a muerte la obtención de la whipala y el lienzo que decía 'No a la minería'.
Como si la bandera tuviese la culpa.